Los 'indignados' acampados en la Puerta del Sol desde hace casi tres semanas han comenzado a las 12 horas a desmontar el campamento, trasladando palés, quitando lonas y bajo el lema de 'No nos vamos, nos expandimos'.
Como ya se decidió en asamblea general, este movimiento se había puesto como tope la fecha del mediodía del domingo para dejar el kilómetro cero, si bien, «a título individual» podrán quedarse las personas que así lo decidan.
De momento, la mayoría se ha puesto «manos a la obra» y con ayuda de muchos que no han estado haciendo noche en Sol, pero que se han trasladado este domingo para la ocasión, han comenzado a guardar todo el material en camionetas con el fin de que la plaza recupere la normalidad.
Los organizadores están pidiendo que se guarde toda la documentación (firmas, quejas, propuestas, hojas de ruta) que se ha ido almacenando estas semanas. Además, algunos productos que han ido acumulando, como los medicamentos, los entregarán a una ONG, que se encargará de donarlos a un hospital en construcción en Senegal.
El objetivo, según ha explicado a Europa Press un portavoz del movimiento, es «dejar la plaza más limpia que antes de la acampada», por lo que, cepillo en mano, con lejía y jabón, están limpiando las principales zonas de la plaza así como la entrada acristalada de la estación de Cercanías Renfe, repleta de carteles y pegatinas.
Las caras de los acampados son un espejo del sentir del movimiento: «Nos vamos porque no queremos perder fuerza y continuar el impulso con otro tipo de actividades, como las manifestaciones frente al Congreso de los Diputados o las asambleas en barrios y municipios». «Sol no desaparece del mapa», añaden.