El ex dirigente etarra Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», entregado temporalmente por Francia el pasado 30 de mayo, se negó a declarar en su primer juicio en España por enviar en 2002 un paquete-bomba al presidente del Grupo Correo porque, según ha dicho, no reconoce la legitimidad del tribunal. «No reconozco vuestra legitimidad para juzgar a ciudadanos vascos. No voy a participar en este espectáculo», manifestó el acusado en euskera .
El fiscal Pedro Rubira, que ha mantenido su petición inicial de 15 años de cárcel para el exjefe militar de ETA por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, ha dejado constancia de las preguntas que iba a realizar, mientras que su abogada defensora Haizea Ziluoga no ha hecho ninguna «por expreso deseo» de Aspiazu.
A continuación, ha comenzado la prueba testifical y durante la declaración de los cuatro primeros testigos, que estaban protegidos para no ser vistos por el público, «Txeroki» se ha acercado hasta en cuatro ocasiones al cristal y se ha agachado para verlos.