La prima de riesgo española caía a 360 puntos básicos treinta minutos después de la apertura de la sesión bursátil, cuando se situaba en 370 tras abrir en 381 puntos básicos, notablemente más calmada que los últimos días.
El rendimiento que tiene que ofrecer el bono español a diez años para que los inversores lo compren en lugar del alemán caía al 6,05 % frente al 6,265 % de la apertura, en tanto que el alemán permanecía en el 2,454 % con que iniciaba la sesión.
En el resto de los países periféricos de la zona del euro, Grecia veía subir su riesgo país hasta los 1.255 puntos básicos, desde los 1.221 de la apertura, igual que Irlanda, que lo situaba en 819 frente a los 799 de primera hora.
También Italia adelgazaba la diferencia que separa a su bono del germano, hasta los 349 puntos básicos, diez menos que a primera hora, igual que Portugal, que ayer logró mantener el interés de su deuda a tres meses en la subasta que celebró, que se situaba en 885 puntos, frente a 878 puntos precedentes.