El Consejo de Ministros acordó hoy rebajar del 8 al 4 % el IVA que grava la compra de vivienda nueva, una medida «excepcional y temporal» que se extenderá hasta el 31 de diciembre y con la que el Gobierno pretende dar salida al stock de casas construidas que permanecen sin vender.
El Ejecutivo también persigue con esta iniciativa favorecer la actividad del sector de la construcción y la generación de empleo, informaron hoy el ministro de Fomento, José Blanco, y la vicepresidenta Económica, Elena Salgado, que insistieron en la temporalidad de esta iniciativa.
Blanco explicó que con el establecimiento de un IVA «súper reducido» se quiere incentivar la compra de viviendas nuevas y contribuir a la reactivación del sector.
Según el ministro, hay muchos lugares en los que hay posibilidades de iniciar la construcción de viviendas nuevas porque hay demanda potencial y no se hace debido a la existencia de un stock muy importante que dificulta el acceso al crédito.
A modo de ejemplo, Blanco explicó que para una vivienda que cuesta 200.000 euros la rebaja en cuatro puntos del IVA supondrá un ahorro de 8.000 euros (de 16.000 a 8.000 euros).
Por su parte, la vicepresidenta Económica consideró que esta medida tendrá un impacto neto «positivo» en la recaudación de IVA por venta de viviendas, ya que los ingresos por casas que no se venden son «cero».
Además, la venta de viviendas que ahora están en el balance de las entidades financieras permitirá la liberación de crédito, añadió Salgado.
Apuntó que esta medida no debe hacer olvidar la determinación del Gobierno de incrementar el mercado de alquiler, que debe aumentar respecto a los parámetros actuales porque no favorece el endeudamiento de las familias.
Además, subrayó, lo que España necesita «estructuralmente» es un mercado de la vivienda más equilibrado entre compra y alquiler e insistió en la necesidad de reactivar el sector de la construcción, cuya contribución al PIB ha caído del 10 al 4 %.
Según datos de Eurostat, la producción en el sector de la construcción se contrajo en España en junio un 43,7 %, mientras que en la zona euro bajó el 11,3 %.
«Esa caída del sector no es algo que debamos seguir deseando», afirmó Salgado, que informó de que ya han iniciado las conversaciones con las autoridades de la Comisión Europea, ya que ésta siempre tiene algo que decir cuando se trata de modificaciones del IVA.
Respecto a la vivienda de segunda mano, la ministra recordó que no está sujeta a IVA sino al impuestos de Transmisiones, que es competencia de las Comunidades Autónomas.
Según los últimos datos publicados por Fomento, 2010 cerró con 687.523 viviendas nuevas sin vender, frente a las 688.044 que había un año antes, lo que supuso una reducción del 0,08 %.
En el primer semestre del año la venta de inmuebles de obra nueva cayó un 10,1 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
En julio del año pasado, el Ejecutivo elevó del 7 al 8 % el IVA reducido, que afecta a alimentos, vivienda nueva y transportes, entre otros, en tanto que a inicios de año eliminó la desgravación por vivienda para las rentas superiores a los 24.000 euros.
Impuesto de sociedades
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha explicado que el aumento de los pagos que las empresas adelantan a cuenta del impuesto de sociedades afectará a alrededor de 3.900 compañías que facturan más de 20 millones de euros anuales, lo que supone menos del 0,5 % del total de las obligadas a declarar.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha detallado que a las empresas con una cifra de negocio de entre 20 y 60 millones se les aplicará un tipo del 24 % en los pagos a cuenta, mientras que para las que facturen más de esa cantidad será del 27 %, en ambos casos por debajo del tipo general del 30 %.
Hasta ahora, se venía aplicando un tipo del 21 % a estos pagos.
Para las compañías con ingresos de entre 20 y 60 millones, la medida supondrá un pago adicional de 51.000 euros este ejercicio, en tanto que para las de más de 60 millones será de 255.000 euros, cifras que para Salgado son «muy limitadas y asumibles».
La vicepresidenta ha insistido en que no se trata en ningún caso de una modificación del impuesto, puesto que no se cambia su estructura ni se suben los tipos ni se eliminan las deducciones, sino que sólo se cambia la forma de ingresarlo.
Asimismo, ha destacado que será una medida temporal que se aplicará durante los ejercicios de 2011, 2012 y 2013.
El aumento de los pagos a cuenta permitirá recaudar 2.500 millones de euros más este año y alrededor de 400 millones adicionales en 2012 y 2013.
Los 400 millones de más se lograrán por el «aplanamiento» de la base imponible, puesto que además de subir los pagos fraccionados se ha puesto límite hasta 2013 a las cantidades que las grandes empresas pueden compensar en la declaración del impuesto de sociedades por haber tenido pérdidas en ejercicios anteriores.
Las que facturen entre 20 y 60 millones sólo podrán aplicar un 75 % de esas cantidades y las de más de esa cantidad la verán reducida al 50 %.
No obstante, para asegurar la compensación futura de esas cantidades se ha ampliado el plazo máximo para hacerlo de 15 a 18 meses, medida que beneficiará a todos los declarantes y no sólo a aquellos que ingresen más de 20 millones.
Asimismo, se ha limitado -también durante los ejercicios 2011, 2012 y 2013- la deducción del fondo de comercio financiero, de forma que en lugar de deducirse por veinteavos se hará en centésimas partes.
Salgado ha subrayado que con estas medidas se pretende afianzar la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero ha hecho hincapié en que la recaudación marcha bien, ligeramente por encima de lo presupuestado, y que la previsión del Gobierno es que siga así durante el resto de año.
«Desde el punto de vista del Gobierno no hay ninguna preocupación por los ingresos, aunque tener un margen adicional (de recaudación) proporciona seguridad y confianza», ha dicho.