El presidente del Congreso, José Bono, subrayó que lo más importante en el PSOE ahora, tras la debacle electoral, no es a quién elige de líder, sino qué partido quieren los socialistas, y su criterio es apostar «a la grande», por España y por las personas, y no por las identidades territoriales. En declaraciones a los medios, tras presidir una reunión de la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso, Bono fue tajante a la hora de reconocer los «muy malos» resultados obtenidos por el PSOE en los comicios del 20-N.
Señaló también la conveniencia de abrir una «profunda reflexión» en el PSOE para determinar hacia dónde debe encaminarse. «Más importante que quién dirija al partido es qué partido queremos», precisó. Su opinión es que el PSOE «ha puesto mucho el acento en los territorios» y para que vuelva a ganar tiene que poner el acento «en las personas, por encima de las identidades territoriales».
Las personas
Después de recordar que el PSOE no es un partido nacionalista y no debe competir con los nacionalistas en cuanto a territorialidad, consideró que centrarse en las personas es el modo en el que los socialistas pueden recuperar «la importancia electoral, numérica e ideológica que este partido ha tenido».
«Creo que debemos apostar a la grande, por España, y no apostar a la chica, que son los territorios que integran España; para mí esa es la clave, por encima de cualquier otra consideración», insistió. No quiso pronunciarse sobre quién sería su favorito para sustituir a Zapatero al frente de la secretaría general y se limitó a apuntar: «Mi aportación será que los hechos hablen, porque son mucho más contundentes que las palabras. Las palabras son cera y los hechos son acero».
Preguntado en concreto sobre si el candidato Rubalcaba sería una «apuesta a la grande», Bono eludió la cuestión y, haciendo un símil con el mus, respondió: «Yo no llevo cartas para el órdago».