El Tribunal Supremo ha rebajado de 10 a seis años y medio la condena que la Audiencia Nacional impuso a los dirigentes abertzales Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga por intentar reconstruir Batasuna en 2009 a través del grupo Bateragune, al estimar que no pueden ser condenados como dirigentes de ETA.
La sentencia de la Sala de lo Penal del Supremo rebaja también hasta los seis años de cárcel la pena impuesta a Miren Zabaleta, la extesorera del PCTV Sonia Jacinto y el responsable de Haika en Álava Arkaitza Rodríguez, a quienes la Audiencia Nacional condenó a ocho años de prisión.
El Supremo mantiene la condena a Otegi y Usabiaga como autores de un delito de pertenencia o integración en organización terrorista, aunque excluye «el grado de dirigentes», por el que también les condenó la Audiencia Nacional en 2011, ya que considera que no se ha demostrado su «poder de dirección» en ETA, sino únicamente un cometido de trasmisión de las directrices de la banda.