El repentino fallecimiento del empresario Gonzalo Pascual, que tuvo lugar en la noche de este jueves a causa de un infarto en su domicilio madrileño, provocó ayer una gran consternación en el mundo empresarial y turístico.
Pascual, de 69 años, era un empresario muy conocido en Mallorca, principalmente por fundar en 1988 la compañía chárter Spanair, lo que propició que realizara numerosos viajes a la Isla.
En los dos últimos años, como consecuencia de la quiebra del grupo Marsans, que copresidía con su socio Gerardo Díaz, se había visto implicado en varios procesos judiciales, que, según su familia, le habían afectado a su estado anímico
Reacciones
Su vinculación con las Islas fue muy grande, llegando a pasar sus vacaciones estivales a bordo de su yate por aguas baleares. Tuvo un gran trato con el mundo político, empresarial e institucional balear.
El presidente de la CAEB, Josep Oliver, señaló ayer que conoció a Pascual en el inicio de su andadura profesional: «Fue un hombre muy trabajador y un gran emprendedor, que estuvo siempre al pie del cañón. Siempre apostó por el asociacionismo».
Para el presidente de la Cámara, Joan Gual, «fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas del mundo empresarial turístico en nuestro país. Aprovechó el momento adecuado para crecer, pero su forma de trabajo, un tanto heterodoxa, tenía sus riesgos».