La Generalitat valenciana despedirá a alrededor de 3.000 empleados de su sector público, el 40 por ciento del total de la plantilla, al suprimir 46 empresas, lo que supondrá un ahorro de unos 300 millones de euros.
Los datos han sido dados a conocer hoy por el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, en la rueda de prensa posterior al pleno del Gobierno valenciano en el que se ha aprobado el decreto de reestructuración del sector público, que quedará compuesto por 30 entidades.
Buch ha explicado que los expedientes de regulación de empleo (ERE) se plantearán en su mayoría a lo largo del mes de noviembre y su coste estimado es de entre 85 y 100 millones de euros, una cantidad similar al ahorro estimado que se espera obtener en gastos de personal.
El conseller, quien no ha descartado que el ahorro pueda incrementarse si posteriormente se decide algún ajuste adicional, ha puntualizado que por sinergias de integración se espera ahorrar entre doce y quince millones de euros a los que se sumarán entre 160 y 200 millones por optimización y eficiencia en la gestión.
El balance económico de este plan también podría verse mejorado a través de la «intensificación de la colaboración público-privada», mediante la «venta de activos, externalización de la gestión y privatizaciones», para lo que se elaborará un plan de actuación en el plazo máximo de nueve meses.