El rey advierte de que la austeridad debe ser compatible con el crecimiento y la protección de los derechos sociales y, frente al desapego de los ciudadanos hacia las instituciones, reivindica la política como instrumento necesario para salir de la crisis y alerta contra quienes intentan "dividir".
En su tradicional alocución de Nochebuena, don Juan Carlos ha dedicado gran parte de sus palabras a reflexionar sobre la "grave crisis económica" que atraviesa España, con "una intensidad, una amplitud y una persistencia en el tiempo que nadie imaginaba", hasta el punto de que los españoles viven "uno de los momentos más difíciles" de la reciente historia del país.
"Las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana en un plazo razonable de tiempo, de manera que se asegure la protección de los derechos sociales", ha recalcado, antes de proclamar: "La Corona es muy consciente del esfuerzo y el sacrificio que los ciudadanos están llevando a cabo con entereza; ningún esfuerzo en la vida es baldío y tampoco lo serán los que se están haciendo ahora".
"Confianza", "familias" y "jóvenes" han sido las palabras más reiteradas y enfatizadas durante su intervención, en la que ha elogiado la actitud "abnegada y leal" de las familias ante la crisis, ha lamentado la "inseguridad y desánimo" que provocan en los jóvenes las "inciertas perspectivas de futuro" y ha animado a los españoles a reaccionar con una demostración de confianza.
Una confianza en sí mismos que genere a su vez confianza en España en los mercados financieros, con la convicción de que, al igual que durante la Transición, los españoles podrán superar las dificultades actuales si actúan con "generosidad, talento y creatividad".
Este es el primer mensaje navideño en el que el rey no menciona el terrorismo, después de que hace más de un año ETA anunciara el cese de su actividad, y también el primero en que se dirige a los españoles desde su despacho, de pie ante su mesa de trabajo, en lo que supone su reaparición institucional cuando ha transcurrido un mes desde su última intervención quirúrgica en la cadera.
Las banderas de España y la UE, un retrato del fundador de la dinastía Borbón-Parma, una foto de la reciente Cumbre Iberoamericana de Cádiz y un belén de Patrimonio Nacional acompañaban a don Juan Carlos en la imagen televisada de su alocución, que por primera vez ha sido difundida en Internet a través del nuevo canal de YouTube CasaReal TV y de la web oficial de la Casa del Rey, donde también se ha ofrecido el texto en las cuatro lenguas cooficiales.
En un mensaje más breve que otros años -ocho minutos y 50 segundos y apenas 1.089 palabras, 451 menos que en 2011-, el jefe del Estado ha expresado su preocupación por el desapego de los ciudadanos hacia las instituciones y ha reivindicado la importancia de "la política con mayúsculas", basada en "la ética personal y social", para salir de la crisis, porque "no todo es economía".
"No ignoro que la política no vive hoy sus mejores horas en la percepción de los ciudadanos; por esta razón, yo quisiera esta noche reivindicar la política", ha subrayado, tras precisar que, frente al pesimismo y al conformismo, "cabe encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día".
En este contexto, ha defendido una política que, "desde el respeto a la diversidad", integre "lo común" para "sumar fuerzas, no para dividirlas", y ha hecho un llamamiento a "cerrar las heridas abiertas" sobre la base del "respeto a las leyes y a los cauces democráticos".
Don Juan Carlos sigue con esta reflexión la línea del contenido de la carta publicada el pasado septiembre en la web oficial de la Casa del Rey, en la que advertía contra quienes alientan "disensiones", persiguen "quimeras" y ahondan en heridas, y que fue muy comentada por sus alusiones implícitas al debate soberanista en Cataluña.
Tras recordar que, durante sus 37 años de reinado, los españoles consiguieron superar con éxito anteriores coyunturas económicas "realmente complicadas", el jefe del Estado ha afirmado: "Y lo logramos por muchas razones, pero, en primer lugar, porque teníamos confianza en un proyecto compartido por todos y en nuestras posibilidades de salir adelante".
En este contexto, ha animado a seguir aquella política "que, lejos de provocar el enfrentamiento y desde el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas", para lo que es preciso promover entre los ciudadanos "el respeto mutuo y la lealtad recíproca",
"Hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas" y "será nuevamente un éxito de todos, ciudadanos e instituciones, basado en el respeto a las leyes y a los cauces democráticos", ha recalcado.
Don Juan Carlos ha puesto además de relieve que "España es parte de la solución a la crisis global y debe ser protagonista en la toma de decisiones en los grandes foros internacionales".
"Hemos de garantizar que nada de lo conseguido juntos, ni los derechos individuales y sociales, ni el bienestar económico, ni el proceso de construcción política y económica puedan verse amenazados", ha concluido el rey, al referirse al papel de España en la Unión Europea.