Miles de catalanes recorrieron ayer las calles del centro de Barcelona para protestar contra los recortes y las políticas de austeridad que aplica el Gobierno de la Generalitat, con una pancarta principal cuyo lema era «Luchar por los derechos laborales y sociales es defender el futuro».
Unas 80.000 personas, según los organizadores, y 5.000, según la Guardia Urbana, se manifestaron en un ambiente festivo, a pesar de la adversa climatología.
La manifestación estaba convocada por plataformas de diferentes sectores, desde la enseñanza, la sanidad o la función pública a los principales sindicatos, en contra de las políticas actuales de recortes y para «rechazar los presupuestos antisociales que se están anunciando y el chantaje que nos están haciendo», según leyeron en el manifiesto los líderes vecinales Jordi Giró y Lluís Rabell.
También mantuvieron que otro «camino es posible» y pasa, según ellos, por «plantar cara a Madrid y a los dictados de la troika. Pero igualmente a los poderes financieros, los ‘lobbies' y los grandes rentistas. Es una alternativa que pasa por la auditoría y la reestructuración de la deuda, por la instauración de una tributación progresiva, por la lucha contra el fraude fiscal y la corrupción».
La protesta la abría un grupo de mujeres de diferentes sectores, principalmente del sanitario, con la pancarta «Frenemos estos presupuestos antisociales, juntas podemos».
A lo largo de la marcha, con muchas personas del sector sanitario vestidas con batas blancas, aunque era más visible el núcleo amarillo del sector educativo, se corearon consignas como «No es una crisis, es un atraco», «Recortar en sanidad es asesinar», «Estos presupuestos hay que pararlos» o «En la educación, basta de recortes».
En otro punto de la marcha, un colectivo de funcionarios de justicia portaba una pancarta con la inscripción «Recortar en justicia es nocivo. Basta de corrupción».