La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha rechazado de plano conceder el amparo al juez Elpidio José Silva, instructor de la causa en la que ordenó el ingreso en prisión del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y que ha sido anulada por la Audiencia Provincial de Madrid.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces han informado de que en la reunión, que no ha estado presidida por el presidente del CGPJ, Gonzalo Moliner, los cinco vocales han decidido por unanimidad no estudiar la petición de amparo que presentó el titular del Juzgado número 9 de Madrid el pasado martes.
En su escrito, Silva se consideraba presionado por Moliner, a raíz de unas declaraciones que éste realizó en Sevilla el pasado 23 de mayo, en las que confió en que el expediente que instruye el CGPJ contra el juez «llegue a buen fin» después de que el Tribunal Supremo anulara otras sanciones anteriores.
«Ya veremos en qué acaba, pues le hemos sancionado ya cuatro veces y dos de ellas han sido revocadas por la Sala de lo Contencioso (del Supremo) por problemas de caducidad», señaló Moliner.
Por ello, el también presidente del Tribunal Supremo no ha participado en la reunión, ya que él es una de las personas citadas en el escrito de Silva, que también denunció presiones e «injerencias» de miembros de la Fiscalía y de periodistas.
El expediente abierto el pasado abril a Silva, que no está relacionado con el caso Blesa, podría acabar con su expulsión de la carrera judicial, ya que se le imputan dos faltas muy graves -una por retraso injustificado en la tramitación de los procedimientos y otra por falta de motivación de sus resoluciones- y otra grave por desconsideración hacia los funcionarios de su Juzgado.
Según el artículo 420.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), las faltas graves se castigarán con multa de entre 300 y 3.000 euros, y las muy graves con la suspensión, el traslado forzoso o la expulsión de la carrera.
La petición de amparo de Silva, que se produjo el pasado martes, vino precedida el pasado día 13 de unas declaraciones del magistrado en las que denunció «muchísimas presiones» e «injerencias» en su trabajo.
Entre ellas, el juez se refirió a la posibilidad de que la Fiscalía se querellara contra él por prevaricación después de recibir una denuncia de la defensa de Blesa: «Contra mí, cualquier querella tendría seguro que estrellarse porque yo no estoy haciendo nada que se separe un milímetro de la legalidad del caso», dijo entonces.
Silva reabrió el pasado noviembre una causa archivada por él mismo dos años antes en la que se investigaba la concesión en 2008 por parte de Caja Madrid, entonces presidida por Blesa, de un crédito de 26,6 millones al exdueño del grupo Marsans y expresidente de la CEOE.
El pasado mayo, el juez amplió la investigación a la compra por parte de la caja del City National Bank de Florida, que posteriormente desgajó de la causa principal para abrir unas diligencias distintas en el marco de las cuales ordenó el ingreso en prisión de Blesa, primero eludible bajo fianza de 2,5 millones y desde el pasado día 5, incondicional.
La Audiencia Provincial de Madrid acordó el pasado miércoles declarar nula la reapertura de la causa y, un día después, Silva ordenó la puesta en libertad del exbanquero.