El número de catalanes que quieren que el Estado reconozca a las comunidades autónomas la posibilidad de convertirse en estados independientes ha crecido del 37,4 %, del sondeo realizado antes de las elecciones catalanas de 2012, hasta el 40,6 %, de la encuesta postelectoral del CIS. En cambio, el 25,6 % de los encuestados entre noviembre y diciembre se muestran partidarios de que las autonomías tengan una mayor capacidad de autogobierno; el 17,6 % quieren la continuidad del régimen actual; el 3,4 % piden menos competencias para las comunidades y el 9,1% abogan incluso por la supresión de las autonomías.
La encuesta también señala que hay una mayoría de encuestados (23,5 %) que está a favor de que CiU gobierne en minoría con el apoyo parlamentario de ERC, y en segundo lugar (19,4 %) se sitúan los partidarios de un gobierno de coalición entre ambos partidos.
Un gobierno de CiU con el apoyo del PP, como ocurrió en la legislatura 2010-2012, sólo cuenta con el beneplácito del 2,8 % de los catalanes, y un 10,7% apuestan por un gobierno de CiU en solitario.
Al preguntárseles sobre cuál es el principal problema de Catalunya, el 54,8 % cita el paro, y a continuación se sitúan la economía (13,8 %), la sanidad (10,8 %), el autogobierno (8,4 %), educación (4,2 %) y financiación autonómica (2,7 %).