El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que cuando lleguen las próximas elecciones generales podrá decir que «las cosas están infinitamente mejor» y prometió que al final de la legislatura habrá crecimiento sostenible y se creará empleo.
Rajoy clausuró en Córdoba la vigésima interparlamentaria del PP pidiendo al PSOE que tenga, como el PP, un mismo discurso en todos los territorios, y advirtió a los soberanistas catalanes de que no tiene «nada que reformar ni que dialogar» sobre la Constitución en lo que atañe a la soberanía nacional.
Ante más de 400 parlamentarios nacionales, autonómicos y europeos de su partido, Mariano Rajoy hizo un discurso muy centrado en la economía, en el que puso en valor el camino ya andado, aseguró que España «ha salido de la unidad de vigilancia intensiva» y consideró que su Gobierno ha logrado preservar los servicios públicos esenciales.
Pidió Rajoy a los 'populares' que lleven a la ciudadanía el mensaje de que los esfuerzos hechos estos casi dos años «no han sido en vano» y aunque declaró no estar «para nada satisfecho» con los datos de paro, sí destacó que por primera vez en más de seis años hubo menos paro que en el mismo mes del año anterior, según los datos de octubre.
Insistió, en conclusión, en que las cosas van por el «buen camino» pero aún no se ha llegado a la meta, aunque está convencido de que al final de la legislatura habrá crecimiento sostenible y se crearán puestos de trabajo.
Y cuando se vuelva a convocar a los ciudadanos a las urnas «podremos decir que las cosas están infinitamente mejor que como las cogimos en 2011», sentenció.
Una vez más, el presidente del Gobierno aludió al debate soberanista catalán, y advirtió con contundencia de que no está dispuesto a reformar la Constitución en lo que atañe a la soberanía nacional, que reside en todos los españoles, ni tiene intención, por tanto, de dialogar sobre el tema.
Los artículos 1 y 2 de la Carta Magna -que se refieren a dicha soberanía- son «irreformables», según Rajoy, que afirmó que su Gobierno no quiere «poner aduanas a los sentimientos» que unen a los españoles «desde hace siglos», ni tampoco «levantar fronteras».
Tras subrayar que el PP es «un partido de ámbito nacional que dice las mismas cosas en todos y cada uno de los territorios», Rajoy pidió a los socialistas -«y no es un pellizco de monja», dijo- que tengan también el mismo discurso. Eso «ayudaría», añadió, «a resolver muchos de los problemas» del país.
En esta cita en Córdoba, Rajoy quiso expresar su agradecimiento al PP andaluz, porque como ha reconocido los votos en esta comunidad -el 18,3 % del total obtenido por el PP en España- le dieron la mayoría absoluta.