El papa Francisco ha vuelto a sorprender al mundo revelando que en su juventud, entre otras profesiones, fue portero de discoteca.
El pontífice ha desvelado esta información durante una charla informal con jóvenes y mayores en la parroquia de San Cirilo Alejandrino, situada en un barrio obrero de Roma. Además de vigilante de seguridad en un local de moda de Buenos Aires, antes de tomar los habitos trabajó en una floristería y en un laboratorio químico.
Lejos de avergonzarse de su pasado, el Papa aseguró a sus contertulios que la experiencia laboral le sirvió de mucho ya que le reveló el secreto para volver a acercar a la Iglesia y a la Fe a aquellos creyentes desencantados.
El papa Francisco también contó que después de desempeñar este trabajo dio clases de literatura, una profesión de la que también aprendió muchas cosas que le han ayudado a lo largo de su carrera dentro de la Iglesia Católica y puntualizó: "Como dice San Pedro, hay que estar siempre preparado para dar una explicación a cualquiera que te pregunte por una razón para tener esperanza".