El lehendakari, Íñigo Urkullu, pidió ayer a ETA que dé pasos «firmes y lo más rápido posible» y recalcó que el desarme de la banda terrorista es «un paso urgente» para avanzar hacia la paz y la convivencia.
Urkullu compareció ayer ante los medios de comunicación tras presidir el último Consejo del Gobierno Vasco del año y se refirió al comunicado difundido el pasado sábado por el colectivo de presos de ETA (EPPK), en el que estos reclusos reconocían el daño causado y se mostraban dispuestos a aceptar «soluciones» individuales para su situación penitenciaria.
Para el lehendakari, el comunicado es un «cambio significativo» y un «avance en el posicionamiento público y teórico del colectivo de presos», aunque subrayó que la consolidación de la paz y la convivencia necesita de nuevos pasos y que el desarme de ETA es necesario para que no existan «amenazas de vuelta atrás».
Urkullu cree que ahora lo «relevante» es conocer las «consecuencias prácticas» del comunicado, al tiempo que apuntó al EPPK que puede tomar como referencia la denominada 'vía Nanclares' de presos arrepentidos.
Encuentro con Rajoy
El lehendakari, que rehusó opinar acerca del silencio del Gobierno central sobre este comunicado, anunció que tras su difusión envió una «comunicación» al presidente, Mariano Rajoy, y que espera reunirse en «próximas fechas» con él.
Recordó que su Ejecutivo ha reclamado «permanentemente» una flexibilización de la política penitenciaria y constató que con la actual, los presos etarras tienen «camino por recorrer» para avanzar en una «política individualizada».
Sobre este comunicado también se pronució ayer el diputado del PNV Pedro Azpiazu, quien consideró que el Gobierno español tendrá que «fijar necesariamente su posición» y dar una «respuesta» al pronunciamiento de estos reclusos porque reconocer el dolor causado y el marco legal, dijo, son «pasos importantes».