El expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, símbolo del consenso y la Transición, «se está apagando lentamente», ha afirmado este sábado el doctor Pedro Guillén, de la Clínica Cemtro de Madrid, en la que está ingresado en estado crítico.
Tras visitar a Suárez, Guillén ha dicho a los medios de comunicación que «esta es la pura realidad» y que el expresidente, que se encuentra acompañado por su familia, respira solo, en ningún momento ha estado intubado y «está bien dentro de lo mal que está».
Pedro Guillén se ha emocionado ante los periodistas al recordar que conocía personalmente a Suárez y no ha hecho más declaraciones.
Los cuatro hijos del expresidente y su nuera Isabel, casada con su primogénito, le acompañan al pie de la cama en la que se encuentra ingresado, ha relatado el periodista José María García, amigo de la familia.
A su salida del centro sanitario, García ha asegurado a los periodistas que «el desenlace» puede llegar «en 42 ó 72 horas», porque como decía ayer su hijo «está en manos de Dios».
El expresidente y su familia han recibido, como ayer, muestras de apoyo y cariño de representantes políticos y ciudadanos.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha sostenido que, además de ser un símbolo de la transición a la democracia y de la reforma, la imagen del expresidente Suárez durante el golpe del 23F representa la «dignidad de todos los españoles».
Además, ha recalcado que su figura «concita la unidad de todos», cuando en la actualidad la sociedad está falta de personas con las que todos se identifiquen. «Suárez era uno de ellos», ha finalizado.
También del PP de Madrid, su presidenta, Esperanza Aguirre, ha transmitido «muchos ánimos» al primer presidente de la democracia y a su familia, y ha calificado al político de la Transición como una «persona entrañable».
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha reivindicado la figura de Suárez, por ser «el que hizo posible junto con el Rey el paso de la dictadura a la democracia» y ha deseado «lo mejor» a su familia.
Por su parte, el periodista extremeño José Julián Barriga, director general de Relaciones Informativas con Adolfo Suárez, ha considerado que éste es ya una figura histórica al máximo nivel, como el conservador Cánovas o el liberal Sagasta.
En declaraciones a Efe, Barriga ha indicado que Suárez es el paradigma del consenso y la concordia y aúna en su figura el contrasentido de la alabanza y el ataque personal.
En la historia quedará, a su juicio, como el componedor de grandes consensos en tiempos muy difíciles, ya que supo conciliar las dos Españas.
En su pueblo natal, Cebreros (Ávila), Suárez, quien sentía los colores del Deportivo de La Coruña, hoy se encuentra en boca de todos los vecinos: «Cebreros es Adolfo y Adolfo es Cebreros», ha afirmado uno de ellos.