La madre del actor Alfons Bayard, fallecido el pasado 2 de abril tras ser reducido por los Mossos d'Esquadra, acusa a la policía catalana de haber inmovilizado a su hijo de forma «exageradamente violenta», sin percatarse de que era una persona con trastornos psíquicos y no un delincuente.
En una carta al director que hoy publica el periódico La Vanguardia, Mercedes Ferrer-Vidal rompe su silencio para proclamar que se siete «profundamente decepcionada y herida» a raíz de la muerte de su hijo, ya que ni el cuerpo de Mossos ni el Departamento de Interior «han sido capaces de manifestar su duelo o disculpa, cuando la evidencia es que Alfonso murió bajo su dura actuación».
Según la madre de Bayard, el actor fallecido era «una gran persona», a la que todo el mundo quería, además de «generoso, comprensivo, humano e inteligente».
De acuerdo con su versión, el día en que falleció, Bayard fue conducido a la plaza Molina de Barcelona por la Guardia Urbana, después de que sus compañeros de la perrera en la que colaboraba como voluntario notaran en él un «comportamiento extraño».
Una vez ya en la terraza de la plaza Molina de Barcelona donde sucedieron los hechos, «su comportamiento extraño, pero en ningún momento agresivo o violento, alertó al camarero, que llamó a los Mossos d'Esquadra en lugar de a un médico».
Según Mercedes Ferrer-Vidal, primero acudieron dos agentes que conminaron al actor a calmarse y, posteriormente, se sumaron otros cuatro policías que «de forma exageradamente violenta, incumpliendo protocolos previstos en estas situaciones, le redujeron sin percibir que se trataba de una persona con un trastorno psíquico, y en ningún caso de un delincuente».
«Un ataque de pánico le hizo entrar en estado crítico, y tras esperar más de veinte minutos a la ambulancia, murió antes de poder ser atendido», agrega la madre del actor.
Tras confesar que se siente «abatida y confusa», la madre de Bayard asegura que tiene «un sinfín de preguntas sin responder» y acusa a los medios de comunicación de haber «desviado la realidad y publicado mentiras y conclusiones sin fundamento», proyectando una imagen del actor «que nada se asemeja a la realidad».