El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado este domingo que es «exasperante la tardanza de ETA en desaparecer definitivamente», en reconocer «la injusticia» cometida con las víctimas y en dejar de «entorpecer» la consolidación de la paz.
Urkullu ha realizado estas declaraciones durante el acto de homenaje a los agentes de la Ertzaintza fallecidos en acto de servicio y de entrega de medallas al reconocimiento de la labor policial en la Base Central de la Policía vasca de la localidad vizcaína de Erandio.
El lehendakari, que ha destacado el momento «esperanzador» que vive Euskadi tras el abandono de su actividad terrorista por la banda en octubre de 2011, ha denunciado «la exasperante tardanza de ETA en desaparecer definitivamente y en reconocer tanta injusticia cometida contra víctimas inocentes».
También ha lamentado «la tardanza» de la banda armada «en dejar de entorpecer la labor de la inmensa mayoría de ciudadanas y ciudadanos de nuestro pueblo en favor de la paz y la convivencia, y en el ejercicio de la política de manera normalizada».
En el acto, el lehendakari ha estado acompañado de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que ha coincidido con el presidente del Gobierno vasco en que éste «es un momento esperanzador» para los vascos. Asimismo, ha reclamado a la Policía autónoma vasca «implicación» en la renovación de la Ertzaintza para conseguir un cuerpo policial «más cercano, más comunicativo y eficaz».
Ocho medallas al mérito
En esta jornada, ocho agentes han recibido de manos de Urkullu la medalla al reconocimiento de la labor policial, cinco de ellos con distintivo verde y tres con distintivo rojo, en la ceremonia que ha tenido lugar este mediodía, a la que han asistido los agentes condecorados, familiares de estos y de los agentes fallecidos en acto de servicio desde 1982, así los máximos responsables del Departamento de Seguridad y de la Ertzaintza, compañeros de los ertzainas y miembros de la Asociación de ertzainas y familiares víctimas del terrorismo.
El Jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, ha dado la bienvenida al acto. Posteriormente, se ha procedido a las condecoraciones por parte del lehendakari. Una de las condecoraciones, con distintivo rojo, ha sido entregada a título póstumo a los familiares de un agente fallecido en accidente.
Tras unas palabras de la consejera de Seguridad en recuerdo de los fallecidos y en homenaje de los ertzainas condecorados, se ha procedido a realizar una ofrenda en recuerdo de los 35 ertzainas, hombres y mujeres, muertos en acto de servicio a lo largo de la historia reciente de la Ertzaintza, desde 1982 hasta la actualidad.
Estefanía Beltrán de Heredia ha subrayado «el ejemplo humano y profesional de los que hoy recordamos y honramos, el ejemplo humano y profesional de los que hoy reconocemos y condecoramos por su decidida y valiente acción, ese ejemplo debe servirnos para compartir el compromiso personal y avivar la ilusión colectiva».
Además, ha subrayado que «es momento de arrimar el hombro y de trabajar por asentar este proyecto común, que no es otro que el de servicio público de seguridad que la Ertzaintza ofrece al bienestar económico y social de la sociedad», ha indicado.
La labor de los fallecidos
Dos de los agentes que han recibido la medalla al reconocimiento de la labor policial con distintivo verde sufrieron lesiones de gravedad cuando, el 5 de julio de 2013, recibieron sendas descargas de alta tensión al perseguir a un delincuente en la estación de tren de Bilbao. Ambos padecen actualmente secuelas y uno de ellos continúa en situación de incapacidad laboral.
Otro de los agentes condecorados salvó, el 24 de agosto de 2013, la vida de un niño belga que había caído al fondo de una piscina en la localidad catalana de Pineda del Mar, donde el ertzaina se encontraba de vacaciones. Tras rescatar al menor, consiguió reanimarlo mediante masaje cardio-respiratorio y mantenerlo estabilizado hasta la llegada de los servicios médicos.
El tercer condecorado ha sido un ertzaina que, el 12 de marzo de 2013, encontrándose libre de servicio en la localidad de Portugalete fue testigo de las amenazas a punta de pistola de un individuo hacia dos repartidores tras haberle sorprendido éstos intentado robar género de su furgoneta. El agente consiguió desarmar al delincuente y reducirlo hasta la llegada de una patrulla.
El quinto y último agente condecorado con distintivo verde consiguió, el 10 de mayo de 2013, y encontrándose fuera de servicio, alcanzar y detener a un ladrón que huía tras atracar un comercio bilbaíno a punta de navaja, pese a los intentos del delincuente de agredirle con el arma blanca.
Entre los tres miembros de la Ertzaintza condecorados con la medalla al reconocimiento de la labor policial con distintivo rojo, figura un agente que falleció el 29 de mayo de 2012, en las proximidades de la localidad alavesa de Paul, cuando fue embestido por un turismo que había invadido su carril mientras participaba en un curso de conducción de motocicletas de la Academia de Arkaute.
El segundo de los homenajeados con distintivo rojo es un suboficial en funciones que desempeñaba el cometido de jefe de operaciones de la comisaría de Ondarroa cuando, el 21 de septiembre de 2008, dicho centro sufrió un atentado terrorista de ETA mediante la colocación de un artefacto explosivo que causó un total de dieciocho heridos.
El ertzaina organizó el traslado de uno de los agentes heridos, dispuso un cordón de seguridad en torno al edificio y regresó al interior del mismo para solicitar la presencia de unidades de apoyo y de recursos sanitarios. El condecorado sufre secuelas auditivas permanentes como consecuencia del atentado.
El agente que cierra la relación de medallas con distintivo rojo se encontraba en la localidad de Leioa, el día 11 de marzo de 2008, libre de servicio, cuando fue testigo de un intento de robo en una lonja a cargo de una pareja, un hombre y una mujer, a los que trató de identificar y detener, siendo arrollado por un vehículo conducido por la mujer, lo que le ocasionó lesiones que le han ocasionado su incapacidad laboral definitiva. Ambos delincuentes fueron posteriormente localizados y detenidos.