Crecen en el seno del PSOE las voces que reclaman abiertamente la celebración de una consulta popular para decidir entre monarquía o república. Aunque desde la Ejecutiva federal se asegura que no habrá 'fugas' a hora de votar en el pleno del Congreso de los Diputados la ley orgánica sobre la abdicación de don Juan Carlos, algunos sectores han empezando a reclamar un cambio en el modelo institucional. Así, la ejecutiva del partido en Pontevedra su sumó a la petición de las Juventudes Socialistas y de Izquierda Socialistas sobre la necesidad de celebrar un referéndum para elegir entre monarquía o república.
También en el PSC, su portavoz en el Parlament catalán, Maurici Lucena, aseguró que tiene la «intuición» de que su partido avalará la sucesión del Rey en el Congreso, aunque criticó de que esa decisión se debería haber tomado colegiadamente la Ejecutiva del PSC. Lucena expresó su respeto por los compañeros de partido que reclaman la república y un referéndum sobre el tema.
Reforma
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, abogó por una reforma constitucional abierta a «todas las cuestiones» que quieran ponerse encima de la mesa «sin ningún tipo de miedo» y que le gustaría que estuviera centrada en «la cláusula social, cuestiones relacionadas con el derecho a la vivienda, garantizar la sanidad pública y universal y un modelo de estado federal que garantice la igualdad de los ciudadanos».
EL PSOE-A planteó que tras la decisión del Rey Juan Carlos de abdicar España va hacia un «nuevo tiempo» en el que todo apunta a la necesidad de abrir, con sosiego, tranquilidad y consenso, un proceso de reforma de la Constitución.
Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que su partido no va a romper el consenso constitucional que se alcanzó durante la Transición acerca de la Monarquía porque es «un valor» del que los socialistas se sienten orgullosos.
Aunque el PSOE es un partido «de hondas raíces republicanas», ha recalcado que hizo un «pacto durante la Transición» que ha permitido «35 años de desarrollo político» marcados por «el consenso, la convivencia y el civismo».