Gracias a Mallorca por permitirnos pasar unos días tan agradables; esto es un trozo de cielo en la Tierra». Éste fue el mensaje de Felipe VI, al menos para el presente, porque «hablar de futuro siempre es complicado», añadió el Rey con una sonrisa. Fue ayer, en el Palacio de Marivent, donde Sus Majestades ofrecieron la primera imagen del verano en la Isla.
Todos los miedos acumulados en las últimas semanas sobre el veraneo de la Familia Real en Mallorca se disiparon, de momento, con el posado en el Palacio de Marivent de Felipe VI, la reina Letizia, Leonor y Sofía. El fondo de la imagen fue el mismo en el que tantas veces se escenificó en el pasado un acto similar, la escalinata principal y, en cierto modo, la imagen recordaba aquellas primeras fotografías de unos jóvenes don Juan Carlos y doña Sofía con sus tres hijos adolescentes.
Ayer acudimos al comienzo de otra etapa, de un nuevo tiempo, el que han comenzado a imprimir a su reinado. Fue un momento para la historia y desde Marivent se comentó que las fotos que los lectores pueden ver en estas páginas refuerzan el compromiso de los Reyes con Balears.
Relajados y sonrientes. Así interactuaron con los medios de comunicación, especialmente don Felipe, que se prestó a dirigir la sesión fotográfica, consciente de que «no hemos tenido suerte con el día». A las ocho de la tarde, con el cielo nublado y el atardecer casi encima, la luz no era muy propicia para los fotógrafos. «¿Qué queréis, más cerca, más lejos?», preguntaba el Rey, mientras correspondía a las peticiones de los reporteros ofreciendo otro fondo.
Los Reyes mostraron esa imagen de complicidad a la que nos tienen acostumbrados en las últimas semanas, compartieron risas y estuvieron pendientes de sus hijas. Nada nuevo tras su proclamación, el pasado 19 de junio, un espacio corto de tiempo en el que el cambio ha sido evidente.
Don Felipe y doña Letizia se muestran mucho más cercanos con la gente. Ella ha perdido un cierto hieratismo que la mantenía distante, especialmente con la prensa, y ahora deja entrever una luz muy personal que parecía mantener a buen recaudo.
Entre estos cambios podemos destacar que, una vez finalizada la sesión de fotos, tanto los Reyes como sus hijas se acercaron a los periodistas, a los que saludaron uno a uno, una novedad a la que no estábamos acostumbrados en Palma.
Felipe VI y la reina Letizia ejercieron con un estilo propio que también dejarán ver mañana en el Palau de l'Almudaina. En vez de la tradicional cena de despedida a las autoridades, se reunirán con unas 250 personas de distintos ámbitos de la sociedad balear, otra manera de darse a conocer más directa y, a buen seguro, también de aprender algo más de esta tierra y sus gentes. Porque ya es sabido lo mucho que ambos preparan estos encuentros.
De momento, en el Palau de Marivent no quisieron desvelar cuánto tiempo permanecerán entre nosotros, qué día regateará el Rey en el Aifos, o si Leonor y Sofía acudirán a la Escuela de Vela de Calanova. Sobre estos asuntos don Felipe dio ‘largas' a las preguntas de los periodistas. El día finalizó para la Familia Real con una doble salida secreta de palacio. Los Reyes lo abandonaron en un coche y doña Sofía y su hermana Irene en otro.