La Federación de Enseñanza de CCOO considera inevitable otra huelga general desde Infantil hasta la Universidad en el próximo otoño, y así lo propondrá al resto de las organizaciones escolares dada la situación de «gravedad» de la educación pública, que ha atribuido a las políticas del PP.
En conferencia de prensa, su secretario general, Francisco García, ha comentado que se trata de una «crisis educativa» que se hace «insostenible» para la calidad y equidad del sistema y el futuro del país porque, ha asegurado, cae la inversión, crece el número de alumnos y disminuye el profesorado.
Ha añadido que el Gobierno va a implantar la reforma educativa desde este curso «a macha martillo», a pesar del «rechazo social y político» que tiene la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
Ha indicado que el profesorado no ha recibido «ninguna formación» sobre las novedades de la reforma educativa, que comienza en parte de Primaria y la nueva FP Básica.
Incluso hay comunidades que aún no han desarrollado su propio currículo, lo que ha considerado «kafkiano».
También ha interpretado que se trata de una ley «segregadora e inútil» para atajar el abandono escolar porque la «reválida» al terminar cuarto de ESO «dificultará» titularse.
El Gobierno se empeña en aplicarla «a uña de caballo» para entorpecer que se derogue cuando cambie la mayoría parlamentaria, ha dicho.
Además, ha augurado la «precariedad» de la FP Básica, pues no alcanzará a sustituir completamente a los Programas de Cualificación Profesional Inicial y porque los fondos europeos anunciados por el Gobierno para implantarla no aparecen «por ningún sitio».
CCOO emprenderá una campaña de medidas alternativas a las políticas «viejas» del PP para la escuela pública, abierta a las aportaciones de centros, profesores y familias, y seguirá con las movilizaciones, entre otros motivos, por la «falta de diálogo real» por parte del Ministerio de Educación.
El Sindicato de Estudiantes ya ha convocado una huelga de alumnos entre el 21 y 23 de octubre y la general que plantea CCOO sería una más de las que se han sucedido desde que José Ignacio Wert es ministro de Educación.
García lo ha acusado de «debilitar la educación», de incrementar el número de alumnos por clase y de fomentar una universidad «clasista» sujeta a una «privatización creciente».
A este paso, la inversión educativa pública caerá a niveles de 1987 (cuando había menos alumnos) si el Gobierno cumple el «compromiso» con la UE, ha asegurado García, de reducirla hasta el 3,9 % del PIB en 2015.
En 2014 será del 4,37 %, lo que significa 7.000 millones de euros menos desde 2009, ha explicado, según cálculos de CCOO basados en presupuestos, PIB previsto y otros datos.
Como resultado, ha aumentado dos décimas el gasto familiar en educación al pasar del 0,8 al 1 % del PIB, ya que el Gobierno ve la la educación como «un bien» sujeto al mercado, ha considerado el sindicalista
También ha denunciado lo que considera una evolución desigual de escolarización y profesorado en centros públicos y privados concertados y ha indicado que la educación pública no universitaria ha perdido cerca de 33.000 profesores entre enero de 2012 y julio de 2013, según datos de Hacienda y Administraciones Públicas.
En la Universidad, la inversión pública se ha recortado en cerca de 1.400 millones entre 2010 y 2013 (-13,7 %) y 45.000 alumnos han sido «expulsados» por el incremento de tasas y el endurecimiento de las becas.
Los alumnos han pasado de pagar el 16 % de la educación universitaria al 22 %, según CCOO.