El presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Luis Llisteri, ha afirmado, tras el contagio de ébola de una auxiliar de enfermería que había tratado a los pacientes con el virus, que esto «ha empezado» y se puede dar «una extensión de casos». No obstante, ha apelado a la tranquilidad porque se tiene un sistema de salud «envidiable» y los médicos de familia están «preparados» para realizar el diagnóstico adecuado.
Llisteri ha realizado estas manifestaciones en una rueda de prensa que ha ofrecido en Bilbao, con motivo de la celebración en esta ciudad del 36º Congreso Nacional de Semergen.
El presidente de Semergen ha instado a ser «muy prudentes» y dejar que «los expertos trabajen» para «identificar correctamente la cadena epidemiológica» y determinar cómo se pudo producir el contagio de la auxiliar. «Crear alarmismos infundados no tiene en este momento ninguna razón de ser», ha asegurado. Llisteri ha afirmado que, por su parte, no puede decir si ha habido o no «negligencia en alguno de los pasos de atención».
A su juicio, «esto ha empezado» y es «muy probable» que «se extienda» porque es una enfermedad con un mecanismo de transmisión «complicado» pero que «se produce en muchos casos».
«Extensión de casos»
En este sentido, ve posible que exista «una extensión de casos» porque no se sabe qué ha ocurrido «con los contactos de la auxiliar» ingresada en el Hospital Carlos III. «Nadie te puede garantizar que no exista una transmisión a otros individuos que han estado en contacto con esta paciente. Ojalá que no suceda», ha añadido.
A su juicio, la vigilancia epidemiológica va a ser «trascendental» en la nueva evolución de casos y ha insistido en que no sería «descabellado» pensar que «va a haber más casos». Llisteri cree que «se va a encontrar» dónde se produjo la fuente de infección, pero se pueden producir más casos en Madrid, que no deberían trasladarse a otros puntos del Estado, al localizarse «dónde están los enfermos».
Llisteri cree que, aunque probablemente se «incrementará» el número de casos, ha llamado a la tranquilidad porque se cuenta con un sistema de salud «envidia de muchos países, con gente muy preparada». En este sentido, cree que se cuenta con mecanismos «importantes» para poder «neutralizar una epidemia» si se llegara a producir.
«Pero tenemos que tranquilizar a la población porque el médico de familia va a estar preparado para afrontar este tipo de situaciones», ha añadido.
En este sentido, ha señalado que hay que trasladar «seguridad» sobre la formación de los médicos de familia para diagnosticar y asesorar y, sobre todo, «tranquilizar a la población» ante el surgimiento de casos en nuestro país.
Según ha señalado, los médicos de familia velan por «su máxima formación» y ha indicado que el Congreso se abordará este asunto porque están «preocupados por lo que puede venir».
Llisteri ha precisado que, cuando se da un caso de estos, hay mecanismos informáticos que permiten la actualización de conocimientos urgentes en relación a la enfermedad y es una información «necesaria» para los médicos.
Preguntado por la posibilidad de que se pueda confundir con gripe, tras indicar que el pico de gripe no va a llegar hasta noviembre o diciembre, ha apuntado que hay un «tiempo adecuado y prudente» para poder revisar toda la información disponible y que el médico de familia tenga «suficiente base» para poder tratar «adecuadamente» a un paciente.
Tras indicar que hay que respetar la intervención del profesional que atendió a la auxiliar, ha afirmado que, desde que se repatrió a los dos religiosos infectados, ha habido una concienciación de la necesidad formativa en muchos aspectos. En este sentido, cree que los médicos de familia están «preparados y actualizados» para realizar un diagnóstico «correcto» de la enfermedad, pero «puede haber excepciones, como hay en todas las profesiones».
Según ha añadido, en las comunidades de las que tiene datos se ha facilitado una «información rigurosa, rápida» sobre la enfermedad y los riesgos de contagio y, por tanto, puede asegurar que «ha llegado desde las instituciones sanitarias» esa información, pero ha indicado que no puede garantizar que un médico de familia «cumple todas las competencias que se exigen para ser médico de familia».
Preguntado por si cree que debería dimitir la ministra de Sanidad, Ana Mato, ha asegurado que no es «partidario de dimisiones» sino de «soluciones». Según ha señalado, «tiempo habrá para revisar qué ha sucedido» y, por ello, ha indicado que hay que «ser cautos».
A su juicio, ahora lo que procede de «trasladar seguridad» porque los médicos de familia «están preparados» y «el tiempo de dimisiones y pedir cuentas vendrá probablemente porque no sabemos lo que va a pasar».
Sobre si Mato es la persona más adecuada para gestionar este tema, Llisterri ha señalado que, desde hace tres años, vienen realizando distintas reclamaciones a la ministra y ha hecho «mutis por el foro», aunque ha dicho que tampoco depende de la ministra porque «en este caso es Madrid y en muchos casos son las comunidades a las que está transferida». «No ha sido la política más adecuada para una sociedad científica», ha remarcado.
Por su parte, Goyo Mediavilla, del comité científico, ha afirmado que habrá que comprobar «dónde se ha roto la cadena» para evitar la transmisión y, si no se encuentra, ha indicado que habrá que analizar si hay otras vías de transmisión de la enfermedad. «Hay que tener un poco de paciencia e investigar dónde ha podido surgir la rotura de la cadena», ha añadido.