Unos 40 líderes socialdemócratas europeos han acordado este sábado en Madrid pasar página a la etapa de austeridad con un giro a la política económica y social de la UE y han arropado al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para que extienda ese cambio a España.
La reunión anual del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), celebrada en el recinto ferial de Ifema, ha contado con la presencia de varios primeros ministros y comisarios europeos, y del exjefe del Gobierno Felipe González.
La cumbre socialista, en la que Sánchez se ha estrenado como anfitrión, ha aprobado dos documentos, «Más trabajos, mejores y más justos» y «Unidos frente al terror», en los que los líderes progresistas expresan de forma unánime su apoyo a otra política económica y a combatir unidos la amenaza del terrorismo yihadista.
En la inauguración, Sánchez ha animado a sus colegas europeos a poner freno desde el poder a «las políticas conservadoras en Europa que están minando la cohesión social», con iniciativas que fomenten el crecimiento, el empleo y la inversión.
En un discurso íntegramente en inglés, Sánchez ha reconocido que «lo peor de la recesión» en Europa parece quedar atrás, pero ha considerado prioritario consolidar una recuperación «justa e inclusiva».
Ha confiado en la victoria del PSOE en las próximas elecciones generales de noviembre para «restaurar los derechos sociales y laborales» en España, después de acusar al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, de haber propiciado una desigualdad «de niveles sin precedentes».
En un momento delicado en el PSOE por su situación interna y el empuje en las encuestas de Podemos, Sánchez ha contado con la complicidad de los socialdemócratas europeos, especialmente, del primer ministro francés, Manuel Valls.
«Estamos aquí para ayudarle y apoyarle», le ha alentado Valls, quien ha subrayado que «España necesita un cambio» y que «la alternativa son los socialistas» con el proyecto que abandera Sánchez.
Valls, que no ha querido dar su opinión sobre la presidenta andaluza, Susana Díaz, -"ya vendré otra vez para comentar la vida española», se ha limitado a decir-, ha alabado el «sentido de Estado y de la responsabilidad» de Sánchez tras firmar con Rajoy el pacto contra el terrorismo yihadista.
El primer ministro francés ha reivindicado el papel de la izquierda ante los populismos que emergen en Europa, en alusión a formaciones como Syriza o Podemos, de los que ha dicho que ganarán terreno «si no hay alma en el proyecto europeo».
Ha afirmado que frente a la «demagogia» de estos partidos, los socialistas deben tener un proyecto para «gobernar de forma seria y prometer lo que se puede hacer».
El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schultz, se ha referido también a Podemos y Syriza, a los que ha reprochado que «no se puede prometer a los ciudadanos lo que no puedes mantener al día siguiente de las elecciones».
«Eso, quizá, pueda ser posible en un país, pero no en la comunidad internacional. Para ser honestos, es un sueño, no es realista», ha sentenciado Schultz.
Felipe González ha pedido a los dirigentes socialdemócratas «no resignarse» y liderar «el cambio de rumbo de esta Europa que cada vez se une menos y tiene más la enfermedad del nacionalismo».
González ha advertido de que la UE está «perdiendo relevancia para sus ciudadanos y para el mundo» y se ha mostrado convencido de que solo una «reacción auténtica» de los socialistas lo podrá evitar.
A la cita de Madrid han acudido, entre otros, el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, y los primeros ministros de Suecia, Stefan Löfven; Rumanía, Victor Ponta, y Malta, Joseph Muscat.
Ha destacado la ausencia del jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi, y de la responsable de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.
La portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García, se ha felicitado del «apoyo claro y evidente» recibido por Sánchez ante la amplia participación de líderes progresistas europeos.