El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy no tener duda alguna sobre la unidad del PP ante las próximas citas electorales y ha pedido a sus dirigentes «no distraerse con cuestiones irrelevantes» y ofrecerse como garantía frente a «experimentos» u opciones que suponen «jugar a la ruleta».
Ha vuelto a defender el discurso de la mejoría económica como un gran valor para las aspiraciones del PP y ha explicado que frente al «disparate colosal» de las políticas socialistas en el Ejecutivo y las «aventuras desconocidas que pueden generar inestabilidad», el cambio «de verdad» en España fue el que hubo con la llegada de PP al Ejecutivo en 2011.
Rajoy ha dirigido estos mensajes a los dirigentes de partido en su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP, celebrada después del cruce de reproches de los últimos días entre dirigentes de esta fuerza política tras la derrota en las elecciones andaluzas.
Ante ello, ha mostrado su total confianza en la cúpula del partido, citando especialmente a su secretaria general, María Dolores de Cospedal, por haber tenido que «lidiar» con algunas situaciones difíciles.
Rajoy ha explicado que no necesitaba hacer hoy un llamamiento a la unidad porque «es un partido unido», ni tampoco a la responsabilidad porque sus dirigentes «la derrochan».
A todos ellos les ha recordado la importancia de las siglas del PP porque serán las que les harán volver a ganar las elecciones y les ha trasladado que el partido siempre ha estado a altura de las circunstancias y ha dado la talla.
Un partido con una historia de «más de 24 horas» y que, ha precisado, en alusión a algunas recientes fuerzas políticas, no es «un foro de debate ni una pandilla de amigos» y que no se nutre de gente que cambia de siglas ni busca «candidatos en las cafeterías».
«Votarnos a nosotros no es hacer experimentos ni jugar a la ruleta», ha proseguido el presidente del Gobierno, quien ha instado a los dirigentes populares a dedicarse a consolidar la recuperación de la economía y a ganar las próximas elecciones en vez de «distraerse o dejar distraerse» con asuntos «intrascendentes o irrelevantes».
El jefe del Ejecutivo ha asumido además que los ciudadanos puedan recriminar al PP «con razón» por haberles defraudado en algunas cosas y por los casos de corrupción, pero ha subrayado que se ha acertado en lo importante y está abochornado por prácticas corruptas a las que ha puesto coto.