Funcionarios de la Agencia Tributaria y del Servicio de Aduanas han retomado este viernes las inspecciones en el despacho del exvicepresidente Rodrigo Rato en Madrid con el fin de completar la inspección de este jueves con la incautación de material informático de los ordenadores de la oficina.
El ex vicepresidente económico del Gobierno ha regresado a su domicilio sobre las 14.00 horas de este viernes, al terminar el registro de su despacho por parte de los agentes de Aduanas, dependientes de la Agencia Tributaria.
Fuentes de la investigación han confirmado que la nueva inspección en el despacho de Rato es continuación de la iniciada en las últimas horas de este jueves y que se produjo como consecuencia de la denuncia interpuesta por la Fiscalía de Madrid por posibles delitos de fraude, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.
El exvicepresidente del Gobierno ha llegado este viernes al filo del mediodía a su despacho, donde agentes de Aduanas le han trasladado, esta vez sin estar detenido, para continuar con el registro.
En un coche azul ha recorrido los escasos metros que separan su domicilio en la calle Don Ramón de la Cruz y su despacho en la calle Castello. Sonriente, con un traje gris y camisa blanca, el ex ministro ha tenido que escuchar en este recorrido diversos insultos de transeúntes como «hijo de puta» o «cabrón» y «ladrón».
En este contexto, se ha convocado a través de las redes sociales una concentración a las 19 de la tarde frente a la sede del PP en la calle Génova de Madrid, con las etiquetas #19HGenova y #FueraLaMafia17A.
Registros
Según han informado fuentes de la investigación, los agentes tienen previsto continuar con los registros en la finca El Molino propiedad del exbanquero, situada en el municipio madrileño de Carabaña.
Los agentes de Aduanas y de la Agencia Tributaria terminaron el jueves la inspección en la oficina del exvicepresidente del Gobierno pasada la medianoche, cuando salieron con una veintena de cajas repletas de documentos, pero no tuvieron tiempo de recopilar el material informático de los ordenadores, explican las fuentes.
El ex director gerente del FMI declaró tras quedar en libertad este jueves que tiene «confianza en la Justicia» y afirmó que ha colaborado con ellos activamente.