La población seguirá emigrando de España en la próxima década, lo que reducirá el número de jubilados con derecho a pensión, y no se recuperarán altas tasas de inmigración neta hasta a partir de 2030, según subraya el Gobierno en la actualización del Programa de Estabilidad remitido a Bruselas.
La evolución demográfica, junto a las previsiones macroeconómicas y la reforma de pensiones de 2013, hará que el gasto en pensiones sobre el PIB se sitúe en el 11% en 2060, ocho décimas menos que en 2013.
La población española se mantendrá más o menos estable en los 46 millones de personas hasta 2060 debido a la continuidad de la emigración hasta 2023, aunque este fenómeno expandirá sus efectos hasta 2060. Habrá, por tanto, menos jubilados con derecho a pensión en 2050 y a partir de 2030 las tasas de inmigración volverán a ser elevadas.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el Gobierno cree que la presión demográfica generará una tendencia alcista en el gasto en pensiones sobre el PIB hasta 2050, para sufrir desde entonces «presiones bajistas».
El hecho de que el porcentaje del gasto en pensiones sobre el PIB vaya a situarse en 2060 (11%) por debajo del de 2013 (11,8%) refleja que el índice de revalorización de las pensiones introducido con la reforma de 2013 «tiende a estabilizar el gasto en pensiones sobre PIB en torno a su nivel de partida».
El impacto estimado por el Gobierno de la reforma de pensiones de 2013 es la moderación del gasto sobre el PIB en 2,5 puntos en 2060 respecto a las proyecciones sin reforma basadas en el nuevo cuadro macroeconómico.
BAJA EL GASTO SOBRE EL PIB EN EDUCACION Y SUBE EN SANIDAD.
El gasto sobre el PIB en educación también se reducirá ocho décimas entre 2013 y 2060, hasta representar el 3,7%, como consecuencia, según el Gobierno, del envejecimiento de la población y de la reducción de la tasa de paro. Estos mismos factores harán que el gasto en desempleos sobre el PIB baje en este periodo en 1,7 puntos, hasta el 0,5% del PIB.
Por el contrario, el envejecimiento de la población provocará que el gasto en sanidad escale 1,1 puntos entre 2013 y 2060, hasta situarse en el 6,9% del PIB. En cuidados de larga duración, el gasto aumentará 1,4 puntos, hasta el 2,4% del PIB.