El Tribunal Supremo ha avalado la decisión que adoptó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de fijar en un 25% el uso del castellano en las escuelas de esta comunidad y de que ello incluya la enseñanza no solo de esta lengua sino además de una asignatura troncal en dicho idioma.
La Sala de lo Contencioso Administrativo del alto tribunal ha avalado así la respuesta que dio el TSJC a los problemas que se han producido en la ejecución de las sentencias del Supremo que vienen reconociendo, desde 2010, el uso del castellano como lengua vehicular en las escuelas catalanas.
Sobre esta cuestión, la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, ha considerado que al Supremo «no le corresponde modificar ni instar un cambio del modelo educativo catalán aprobado por el Parlament, ya que no tiene competencias» y entiende que el 25 % en castellano es sólo para los casos en que las familias lo pidan.
Según Rigau, lo único que puede hacer el Tribunal Supremo es «pronunciarse para resolver casos particulares, por tanto la pronunciación del Supremo se refiere a la medida cautelar de un caso particular».
«Por tanto (la decisión del Supremo), no tiene impacto más allá de la confirmación de una medida cautelar que en su día se adoptó en un caso concreto de un niño concreto», ha señalado Rigau, que ha explicado que el 25 % en castellano ya se está cumpliendo en los casos en que ha sido solicitado.
«Entendemos que ellos (en alusión al TS) dan por hecho que en Cataluña hay el máximo grado de normalización lingüística», algo que el ejecutivo no comparte, por lo que ha afirmado que no se modificará el sistema educativo catalán.