El Ministerio de Defensa resolverá en los próximos días el caso de la comandante Zaida Cantera, que el pasado año pidió la baja en el Ejército de Tierra tras denunciar acoso sexual y laboral, han informado hoy a Efe fuentes del departamento de Pedro Morenés.
El expediente de solicitud de baja se encuentra a punto de resolverse y encima de la mesa de la asesoría jurídica del Ministerio y de la Dirección de Personal, que ultiman los detalles del proceso y los recursos presentados por ambas partes al informe médico.
En este sentido, Defensa precisa que aún no se ha firmado la baja de la comandante Cantera, un asunto que corresponde a la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud.
Cantera, que actualmente se encuentra de baja médica, solicitó el 14 de julio del pasado año la incoación de un expediente de insuficiencia de condiciones psicofísicas para determinar si todavía posee las facultades para continuar en el Ejército.
En el caso de conseguir la baja por las circunstancias alegadas, la comandante obtendría una pensión máxima que rondaría los 2.500 euros brutos mensuales.
Zaida Cantera, tras regresar de una misión en Líbano en 2008, se reincorporó a su puesto en el Ejército de Tierra y a continuación dio comienzo la historia de acoso por parte de uno de sus superiores, el coronel Isidro José de Lezcano-Mújica.
Lo denunció, y el Tribunal Militar Central, en sentencia dictada el 8 de marzo de 2012, condenó al entonces coronel a dos años y diez meses de prisión por delito de «abuso de autoridad», con trato degradante, ya que entonces el acoso sexual no estaba tipificado en el Código Penal Militar.
Posteriormente, el 14 de julio del pasado año, solicitó la incoación de un expediente de insuficiencia de condiciones psicofísicas para determinar si todavía posee las facultades para continuar en el Ejército.
No puedo entender como se puede dar esta baja cuando el acoso ha sido castigado con gran contundencia y no ha pasado de un acoso desgraciado que sufrimos muchas mujeres y no se nos da esta solución. Militar y tener estrés de combate por un acoso es difícil de comprender, salvo que el caso este politizado y mediatizado.