El exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha reconocido este jueves los hechos imputados por el fiscal en el juicio del caso Fergocon sobre presuntas irregularidades en la contratación de obra por parte del Ayuntamiento marbellí y ha dicho: «Me arrepiento de todo corazón y pido perdón a la ciudad de Marbella».
«Pido perdón a una ciudad que se portó muy bien conmigo y me arrepiento del perjuicio que he causado a la sociedad», ha asegurado Muñoz al comenzar su declaración en calidad de procesado.
El juicio comenzó el miércoles en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga y en el banquillo de los acusados están sentados el abogado y expresidente del Sevilla FC, José María del Nido, Muñoz y otras diez personas.
Muñoz ha asegurado que no solo pide perdón por los hechos delictivos cometidos en el caso Fergocon, sino también por las causas ya juzgadas y las que quedan por celebrar.
Esfuerzo
El miércoles, el tribunal eximió al exalcalde, en prisión por otros procedimientos penales, para que no acuda a todas las sesiones del juicio por su delicado estado de salud.
Debido a ello, antes de comenzar la declaración, el magistrado presidente le ha preguntado a Muñoz si había descansado y si estaba preparado para comparecer y él ha contestado que estaba «regular».
El presidente del Tribunal le ha pedido un esfuerzo para que declare y le ha recordado que cuando terminará su declaración ya no tiene que acudir a las siguientes declaraciones.
El miércoles Muñoz, con un estado de salud muy deteriorado, insistió al Tribunal en su mal estado de salud. «Físicamente -dijo- no creo que pueda aguantar» debido a los problemas de salud y relató que en ocasiones tiene que salir al hospital y se cansa mucho.
El exalcalde ha asistido al juicio con una camiseta negra y pantalón de chándal y continuamente se pone un pañuelo en la boca, una imagen muy distinta a las anteriores juicios en los que intentaba cuidar mucho su imagen y acudía con documentación e intentaba tomaba notas.
Otro cuentista disfrazándose para dar pena. A la cárcel y la pasta trinkada la queremos de vuelta TODA, o si no unos años más de cárcel para que se le quite la tontería al delincuente este y no pueda disfrutar lo robado.