El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, espera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «no llegue» a la «situación» de suspender la autonomía de Cataluña si el 27 de septiembre gana una mayoría que inicie el camino a la independencia y ha asegurado que él no dialogaría con ese hipotético Gobierno catalán.
Así lo ha señalado el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno en una entrevista en la Cadena Ser, en la que ha criticado duramente la actitud del Ejecutivo 'popular' ante el problema catalán durante estos años.
De hecho, al ser preguntado acerca de si apoyaría al Gobierno en la suspensión de la autonomía, ha insistido en que espera que Rajoy «no llegue a esa situación», pero ha añadido que «si se tiene que llegar a esa situación, lo primero que habrá que hacer es exigir responsabilidades a quien ha llevado a esta situación a España».
«Hace cuatro años, hace cinco años, en España nadie se imaginaba, nadie hablaba como un riesgo cierto de la independencia de Cataluña», ha remachado, por lo que ha afirmado que la permanencia de Rajoy en la Moncloa es «un peligro para la recuperación económica».
RAJOY Y MAS, CULPABLES DE LA CRISIS
A su juicio, el «problema de convivencia» y la «fractura emocional» en Cataluña se debe a la «incapacidad política» del jefe del Ejecutivo y a la «deslealtad institucional del presidente de la Generalitat», Artur Mas. Ambos, ha dicho, «forman parte de un mismo frente», que «utiliza a Cataluña para fines partidistas».
Así, el líder de los socialistas ha cargado también contra el presidente catalán, por llevar a los catalanes a unas elecciones «antidemocráticas», al pretender «combinar» unos comicios autonómicos con un plebiscito, algo que es «imposible».
Sánchez ha asegurado que el PSOE no va a estar «con el Mas independentista» ni va a tender la mano a un Gobierno que declare la independencia. Eso sí, ha explicado que, en ese escenario, y en cualquier otro, los socialistas lo que harán será «articular una respuesta a la sociedad catalana».
Y ha avisado a los catalanes de que «hay personas que están intentando privatizar Cataluña» y «expulsar» de ella a una parte de los catalanes y ha reivindicado el «catalanismo progresista» que encarna el PSC.
A su juicio, y aunque ha reconocido que le «preocupa» la posición que otorgan las encuestas al PSC, ha insistido en que los socialistas son los únicos que ofrecen una salida a esta situación, con su propuesta de reforma constitucional.
Y ha respondido a las críticas de que la propuesta socialista no se concreta subrayando que «los independentistas tampoco concretan nada». De hecho, ha puntualizado al presidente Mas, que dijo que una Cataluña independiente saldría «temporalmente» de la UE, que si se separa unilateralmente de España, se iría «claramente» del Eurogrupo y de la UE, «tendría que volver al pasaporte e inventarse una nueva moneda» y tendría «dificultades financieras y económicas».
Sánchez ha insistido en que la solución a esta crisis, «frente al rupturismo» de Mas y el «inmovilismo» del Gobierno del PP, es la reforma de la Constitución que el PSOE viene defendiendo desde 2012 y que tiene puntos muy claros: que la soberanía nacional reside en el pueblo español, la igualdad entre todos los españoles y el reconocimiento a las singularidades de Cataluña.
NO SE SUMA AL PLANTEAMIENTO DE FELIPE GONZALEZ
Dicho esto, Sánchez ha evitado respaldar al expresidente del Gobierno Felipe González en su defensa del reconocimiento de la nación catalana, porque cree que en Cataluña «no hay ahora mismo un problema de definición», sino de convivencia.
«Creo que el debate actual en la sociedad catalana tiene que ver con la fractura, con la convivencia, y no es tanto de definición de qué somos, sino de qué cosas podemos hacer juntos, que son muchas», ha remachado, cuando se le ha preguntado si es partidario de reconocer a Cataluña como nación.
Sánchez ha atribuido parte de la responsabilidad de la situación del PSC a Artur Mas, porque ha utilizado y ocupado «todos los espacios públicos» en Cataluña, «financiando incluso movimientos ciudadanos proindependentistas y apartando a los partidos que no estaban a favor de la independencia».
Con todo, se ha mostrado «convencido» de que el 27 de septiembre los socialistas van a «sacar un mejor resultado» del que predicen las encuestas y ha apuntado que, para ello, «aspiran a movilizar» al electorado que «tradicionalmente se queda en casa».
En su opinión, el PSC es el único partido que puede presentar «una solución acordada que apueste por la convivencia». Y su oferta, ha dicho, será aprovechar los mecanismos que existen «para resolver desde la política un problema que es político».
Por eso, ha cargado contra la intención del Gobierno de reformar la ley del Tribunal Constitucional para poder sancionar a Mas en caso de que no se cumplan sus sentencias. En su opinión, esta «contrarreforma» que presenta el PP de manera «uniliteral» es «una deslealtad» además de algo «innecesario». «Nosotros no lo vamos a apoyar», ha remachado.