El número 3 de la CUP en las elecciones catalanas, Josep Manel Busqueta, ha exigido este jueves a Jxsí a iniciar un proceso constituyente colectivo «con contenido y que vaya más allá de la retórica».
Lo ha dicho en la Conferencia Política de la CUP, donde varios diputados electos de la formación han explicado los pasos y ejes de una república catalana, y también han asistido Raül Romeva (JxSí), Jordi Turull (CDC), Oriol Amorós (ERC) y David Companyon (EUiA).
Aunque la número 2, Anna Gabriel, ha abierto el acto diciendo que la posición sobre quién debe liderar el proceso constituyente no ha cambiado tras las elecciones --lo que alejaría de la reelección al presidente Artur Mas--, la CUP no ha desvelado durante su Conferencia quién sería la figura idónea para ellos, ya que «por encima del quién está el qué, el cómo y el cuándo».
Proceso constituyente
Los miembros de la CUP que han intervenido han dejado claro su posicionamiento en la fórmula para llevar a cabo el proceso constituyente y la forma que quieren dar a una república catalana, y que se basa en dar protagonismo a la gente en dos sentidos: en la participación, para hacer efectiva esa república, y porque debe estar en el centro de las políticas.
Para el cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, el proceso constituyente hacia la república no puede ser «un cambio de bandera ni una transición entre élites», y, diga lo que diga la prevista constitución catalana, el Parlament debe convertirse en una asamblea constituyente, siguiendo criterios de estructura horizontal.
Josep Manel Busqueta ha defendido que en primer lugar ha ganado las elecciones el 'sí' a la independencia; en segundo, las dos formaciones independentistas; en tercero, Jxsí, «el único que puede y debe formar gobierno, en clave de ese proceso hacia la independencia», admite.
Pero ha avisado a Jxsí de que lo nacional es inseparable de lo social, «porque la república catalana será la república de la dignidad de las personas o no será», así que Busqueta ha instado a los que han ganado las elecciones a no cometer los errores del pasado en esta nueva etapa.
Para eso, la CUP pretende llevar a la calle el trabajo del proyecto constituyente, porque así se puede ampliar junto a la gente que sigue el proceso desde la distancia o el recelo.
La CUP asume la responsabilidad de llevarlo a cabo con los que quieren evidenciar «que esto no va ni de investir gobiernos autonómicos ni de negociar con el Estado encajes imposibles», otra de las condiciones que deja claras.
Plan de choque
Ese contenido con que quieren dotar al proceso se basa en varios puntos sociales, entre los que destacan revertir las privatización, y ha añadido que hay 10 casos que quieren desprivatizar, sin citarlos.
La encargada de detallar el plan de choque para el rescate social ha sido la futura diputada EulÃñlia Reguant que ha propuesto 39 medidas de choque «imprescindibles para hacer frente a la precariedad y que se pueden ejecutar de inmediato».
Entre ellas, ha subrayado la moratoria de desahucios, e impedir que la gente se quede sin agua, luz, gas ni calefacción mientras las empresas energéticas obtienen beneficios «pornográficos».
Desobedecer al Constitucional y desacatar leyes
El diputado electo Albert Botran ha admitido que el ganador claro de las elecciones fue Jxsí, pero ha reivindicado que la CUP creció en 200.000 votos respecto a 2012, y merece ser reconocido: «El independentismo crece por la izquierda».
Otro diputado electo, Benet Salellas, ha fijado como condición para pactar con JxSí desobedecer las decisiones del Tribunal Constitucional sobre leyes catalanas: «Queremos que se declare la absoluta incompetencia de este tribunal presidido por un militante del PP. No puede ser árbitro».
Salellas también ha pedido desacatar leyes como Lomce y la de Seguridad Ciudadana --'ley mordaza'--, lo que demostraría que se busca la ruptura y que el proceso soberanista es «irreversible».
Lo ideal. Que se carguen a Artur Mas y luego se larguen.