El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha acusado este miércoles a Pedro Sánchez de estar representando una comedia por presentar una «candidatura ficticia, ya que en realidad no ha movido un dedo para formar Gobierno».
Rajoy, en su intervención durante el debate de investidura del líder socialista Pedro Sánchez, ha anunciado su voto en contra al candidato del PSOE, a quien ha reprochado no haber intentado articular en serio una mayoría suficiente de gobierno
El 'popular' ha iniciado su intervención en la segunda jornada del debate de investidura de Pedro Sánchez anunciando el voto en contra del PP a esta candidatura.
Rajoy ha sido el primero en tomar la palabra para responder al discurso de investidura pronunciado este martes por Sánchez, quien expuso como uno de los argumentos para conseguir su objetivo el hecho de que la gran mayoría de los grupos parlamentarios desea que el PP pase a la oposición.
El también presidente del Partido Popular Rajoy ha ridiculizado el acuerdo firmado por el PSOE y Ciudadanos para la investidura de Pedro Sánchez y ha ironizado diciendo que «ese gran pacto histórico que hasta los niños estudiarán en las escuelas» sólo es comparable al acuerdo de los Toros de Guisando.
Rajoy ha acusado a Sánchez de montar una estrategia similar a un «vodevil» y con la que sólo busca su supervivencia ante unas próximas elecciones generales.
Para Rajoy, Sánchez ha gastado un mes repartiendo promesas y esperanzas «con las manos vacías», actuando como un «rigodón» que cada poco tiempo cambia de pareja y haciendo «teatro». «No engañan a nadie, ni al Rey, ni a esta Cámara ni al conjunto de los españoles», le ha espetado.
El 'popular' ha acusado veladamente al candidato a la investidura de haber engañado Rey. «Yo no engañé a nadie, ni al Rey, ni a esta Cámara ni al conjunto de los españoles», le ha dicho.
Frente a la actitud del líder del PSOE, Rajoy ha asegurado que el PP nunca ha pedido el apoyo al Parlamento con el único argumento de que no gobierne otro, no ha caído en el «sectarismo», no usa «cordones sanitarios» ni divide a los españoles.
El jefe del Gobierno ha acusado también a Sánchez de «abrir la puerta de la desconfianza», de sembrar la incertidumbre económica, ya que muchas iniciativas empresariales se han frenado, y de querer demoler todas las reformas que crean empleo.