El líder del PP, Mariano Rajoy, ha calificado de «cenizos» y «frívolos» a sus tres rivales en el debate electoral de anoche, y ha advertido de que España «se merece algo más que chascarrillos y críticas por parte de personas que no han gestionado un euro en su vida».
Rajoy ha centrado buena parte de su intervención en un mitin celebrado en Roquetas de Mar en hablar del debate televisivo, que según ha señalado demostró que su partido tiene un proyecto para el país que va a servir para «consolidar la recuperación», mientras los demás sólo hacen «ruido» y es «gente empeñada en contarnos lo mal que van las cosas».
«No se puede construir sobre la base de ser negativo, de ser cenizo, de no reconocer las cosas buenas, que son muchas, que tiene España», ha dicho Rajoy.
Ha señalado además que mientras el PP tiene un proyecto que ya está llevando a cabo, «otros no se sabe lo que quieren hacer ni cómo van a hacerlo», porque su política es criticarlo todo, hasta el punto de que «a veces se equivocan y en lugar de criticar al Gobierno critican a su propio país».
Frente al PP, ha insistido, el «proyecto» que representan sus rivales supondría «un freno a la recuperación del país y una marcha atrás después de los esfuerzos hechos en los últimos cuatro años».
Por eso ha subrayado que «lo único rentable» es «ser serio y hacer las cosas con seriedad» como hace su partido, porque las cosas «no se resuelven con jugadas de última hora, con un eslogan o con planteamientos de márketing».
El presidente del Gobierno en funciones ha advertido asimismo de que «la frivolidad», y las cosas que está escuchando por parte de los demás candidatos, esos «inventos de última hora» o «palabras que suenan bien» al final «no son útiles para atender las necesidades de los ciudadanos».
No han cesado ahí las críticas, y en su discurso Rajoy también ha señalado que anoche sus rivales «manipularon la realidad».
Ha vuelto así a poner el ejemplo del empleo indefinido, que frente a lo que dijeron sus rivales supone el 75 por ciento del total y estaba en el 68 por ciento cuando él llegó a La Moncloa. «Eso se hace con buena políticas y no solo con palabras», ha dicho.