El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha espetado al candidato a la investidura, Mariano Rajoy, que no se fía de él, pero ha reconocido que la opción de que gobierne en minoría supone «un plan b», un mal menor necesario para permitir que el país se ponga en marcha.
«La mayoría de los españoles no se fían de un partido que dice haber luchado contra la corrupción. No nos fiamos porque la mayoría de los españoles hemos visto que todos los tesoreros del PP han acabado imputados, porque sabemos que ustedes están imputados como partido», ha afirmado Rivera en su primera intervención en el debate de investidura de Rajoy.
Y como Ciudadanos tiene claro que «no hay que bloquear España», pero no se fía del PP, ha negociado un pacto de investidura con los 'populares' imponiéndole una serie de condiciones en materia anticorrupción, pero también en otros ámbitos. Cuando uno no se fía, ha insistido, «hay que poner condiciones y controlar esas condiciones».
Rivera ha alertado de que la paciencia de los españoles se está acabando, y con razón. Por eso ha pedido al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que reflexione sobre su 'no' categórico a un Gobierno del PP y no sea un «tapón» y permita que «corra el agua» moviéndose hacia la abstención.
La potencia de la oposición
Ha reclamado a los socialistas que propongan «soluciones» y no se limiten a criticar al PP y ha puesto en valor «la potencia» que los socialistas pueden tener con 85 diputados para imponer reformas a un Gobierno en minoría del PP, «que tendrá que pactar todo con la oposición». «Hay que exigirle al PP que haga lo contrario de lo que ha hecho estos cuatro años», ha añadido, si bien ha señalado que los 'populares' no son sus «enemigos», sino sus «compatriotas».
«Ustedes (los socialistas) y nosotros, y Podemos si se suma, podemos por primera vez controlar a un Gobierno que no tiene mayoría absoluta. Podemos legislar y hacer cambios que no pueden hacer solos», ha incidido.
Rivera ha recordado que existen al menos 100 medidas que comparten PP, PSOE y Ciudadanos --como ha quedado de manifiesto con los dos pactos de investidura que C's acordó primero con el PSOE y luego con el PP-- y ha admitido que la opción de que Rajoy lidere un Gobierno en minoría es «un plan b» (lo ideal, ha dicho, sería una gran coalición de 254 diputados) pero en política a veces hay que escoger «entre lo malo y lo menos malo».
Orgulloso del pacto C's-PSOE
Del pacto alcanzado con los socialistas para la investidura fallida de Pedro Sánchez ha dicho sentirse «orgulloso» por tratarse de un acuerdo «ambicioso», mientras que ha indicado que «tampoco va a renegar» de las políticas pactadas con el PP para la investidura de Rajoy.
«Hay quien juega a buscar diferencias. Yo quiero jugar a unir los puntos», ha señalado emplazando a PP y PSOE a trabajar en la búsqueda de espacios comunes porque si España permanece bloqueada mientras otros países avanzan, «perderá oportunidades».
Según la interpretación que Rivera ha hecho de los resultados de las dos últimas elecciones generales, los españoles han pedido cambios y que se hagan contando con los viejos y los nuevos partidos.
Por eso ha asegurado que «se equivocan» aquellos diputados que «piensen con la calculadora electoral y en sus intereses de partido, o lo que es peor, en sus intereses personales».
«Con todos los retos que tiene España por delante, yo no me veo capaz de mirar a los ojos a los españoles y decirles que por la política de la Ejecutiva de mi partido, o por mi sillón o no sé por qué carguito este país no se pone en marcha», ha insistido.
Podemos, los comentaristas del verano
El líder de la formación 'naranja' también ha lanzado numerosos dardos contra Podemos y su secretario general, Pablo Iglesias, a los que acusa de haberse limitado a ejercer como «comentaristas del verano». «Ustedes piden el CNI, nosotros la dación en pago», ha espetado a Iglesias en alusión a una de las medidas incluidas en el pacto de investidura PP-Ciudadanos.
Rivera ha dedicado buena parte de su discurso a enumerar y explicar las políticas que Ciudadanos ha impuesto al PP en las negociaciones del pacto de investidura y ha exigido al Gobierno, haya uno nuevo o siga en funciones, que antes de que expire el plazo del 30 de noviembre, recupere el dinero que deben a Hacienda «los que pagaron muy poquito» en la amnistía fiscal.