El expresidente del Gobierno Felipe González ha asegurado hoy que él habría utilizado el instrumento político que le da la Constitución para frenar el referéndum ilegal en Catalunya, en referencia al artículo 155 de la Constitución.
Al ser preguntado por las medidas adoptadas por Mariano Rajoy, respondió: «Yo hubiera tratado de excluir en la medida de lo posible lo penal, (*) de no pasar por lo jurídico-institucional» y ha concluido: «Yo hubiera utilizado el instrumento político al que la Constitución me obliga, además que me lo ofrece».
Por otra parte ha respondido a los independentistas que aseguran que con el referéndum del 1 de octubre «enterrarán a Franco», que están haciendo lo contrario, ya que lo «están es resucitándolo». Ha comparado lo que ha calificado de «crisis de Estado» con la actualidad de Venezuela.
El líder socialista ha explicado durante una comparecencia en la II Asamblea General de Madrid Foto Empresarial que, según él, quienes afirman que con el referéndum del 1 de octubre «enterrarán» al dictador, lo estarán resucitando: «Creo que tenemos que evitarlo todos», ha dicho en alusión también a los resultados electorales en Alemania.
«Cuando en los territorios hay mentalidades contrapuestas que fundamentan una supuesta legitimidad para actuar, es una crisis de Estado», ha sentenciado, añadiendo que lo que está ocurriendo en Catalunya «a lo que más se parece es a lo que hizo el señor Maduro». «VUELVAN A LA LEGALIDAD»
En este sentido, ha llamado a recuperar el concepto de «ciudadanía, que nos ampara a todos» y ha expresado una petición dirigida a las autoridades catalanas: «Por favor, rectifiquen y vuelvan a la legalidad del Estatuto y la Constitución, en ese orden». Así, ha apuntado que no es de los que piensan que «no hay que reformar nada": «No tengo ningún miedo», ha subrayado en tono irónico, «siempre fui reformista de mierda, nunca un revolucionario».
Ha defendido la Constitución española al tiempo que aseveraba que en una comparación con cualquier otra carta magna, ésta sobresaldría: «Con necesidades de reforma, resiste una comparación con bastante ventaja con la Constitución del país democrático consolidado que más le guste a quien la cuestiona».
Además, ha pedido también que se salga «con respeto» de la «peligrosa aventura» que vive España, y ha exhortado a los líderes de las instituciones de Catalunya a tener como norma la convivencia y así «proponer cambios».
«Lo que más me duele es que se ha roto la convivencia», ha recalado González.