El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido este lunes a la Unión Europea "apadrinar" una mediación entre el gobierno catalán y el central para encontrar una solución al contencioso político entre Cataluña y el Estado.
En rueda de prensa desde el Palau de la Generalitat tras una reunión extraordinaria del Govern, ha expuesto que un actor "internacional" debería sentar en una mesa de diálogo la parte catalana y la del Ejecutivo central para como, mínimo, restablecer la normalidad institucional en Cataluña.
"La UE tiene que dejar de mirar hacia otro lado", ha insistido el presidente catalán, que lamenta que la Unión no acepte aún la legalidad que él sí ve en el referéndum del 1-O, pero considera que sí ha habido un cambio de tono de Europa tras ver las cargas policiales y sus consecuencias de este domingo.
No es la primera vez que el presidente catalán solicita esta mediación internacional, para la que asegura que "candidatos no faltan" --sin dar nombres--, pero esta vez considera que su demanda sí puede ser escuchada tras las cargas policiales que se visualizaron el 1-O y la victoria del 'sí'.
"El momento aconseja mediación. Se tiene que poner fin a la violencia policial y se tienen que restituir las libertades. Se necesita un clima de distensión que favorezca que esta mediación sea leal ni sincera", ha reflexionado el presidente catalán.
Puigdemont entiende que no debería ser la propia UE quien mediara y por eso le pide que lo apadrine y no que lo asuma, y defiende que, si la Unión no juega este papel, el Gobierno central "difícilmente se sentirá invitado" a formar parte de este foro para resolver el conflicto.
Además, ha retado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a aclarar si está dispuesto a ello: "Debería verbalizar si está dispuesto a lo mismo. Es tan fácil como decir sí. Si a mi me llaman, mañana mismo respondo y hacemos la reunión donde sea".
APLICAR EL REFERÉNDUM
Pese a pedir esta mediación, el presidente catalán ha reiterado lo que ya dijo la medianoche de este domingo y es que trasladará los resultados del referéndum al Parlament para que los aplique, es decir, para que proclame la independencia.
"Naturalmente que el referéndum es válido. Es un resultado vinculante y sobre este resultado tenemos el deber de tomar decisiones políticas", ha zanjado el presidente catalán, reivindicando que los 2,2 millones de personas que participaron tienen aún más merito si se tienen en cuenta las cargas policiales.
Puigdemont ha explicado que prevén tener los resultados definitivos en dos días y ha recordado que la ley del referéndum --suspendida por el Tribunal Constitucional-- fija que la independencia tiene que declararse como muy tarde 48 horas después de los resultados oficiales.
Sin embargo, considera que debe ser el Parlament y no él quien se pronuncie sobre cuándo será el pleno y cómo se ejecutará desde la Cámara la independencia, por lo que no ha querido dar detalles ni tan siquiera de si será esta semana.
¿INDEPENDENCIA Y MEDIACIÓN?
Puigdemont tampoco ha aclarado si, en caso de que la UE aceptara sus planes de apadrinar una mediación, él estaría dispuesto a retirar su apuesta de que el Parlament aplique los resultados y declare la independencia próximamente.
El presidente catalán se ha negado a entrar en el terreno de las "hipótesis", y se ha limitado a asegurar que la Generalitat está dispuesta a escuchar y a ir a las reuniones sin ninguna línea roja en este sentido.
"Si hay una mediación, hablemos de todo. Si no la hay, también hemos explicado qué pasa", ha zanjado el presidente, alegando que el proceso independentista avanza porque así lo han avalado los catalanes con el resultado del referéndum.
DESCARTA ELECCIONES
El presidente ha descartado convocar unas elecciones catalanas de forma inminente y llevando en el programa la declaración unilateral de independencia, y ha asegurado que sólo se plantea convocar unas "elecciones constituyentes" como uno de los pasos para definir un Estado catalán.
Preguntado por si Cataluña tiene garantizado el reconocimiento internacional si proclama su independencia, ha explicado que no existe "el botón" que pulsándolo lo garantice, y ha asegurado que se puede ser independiente aunque no toda la comunidad internacional lo reconozca de forma inmediata.
El presidente incluso ha puesto el ejemplo de Kosovo, un país independiente que tiene el reconocimiento de algunos Estados de la UE y de otros no --como es el caso de España--.