El exjefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero ha defendido ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que trasladó hasta en dos ocasiones al expresidente catalán Carles Puigdemont la preocupación existente en el cuerpo policial para mantener la seguridad ciudadana en la celebración del referéndum del 1 de octubre aunque no se opuso al mismo porque no está en sus funciones, según explican fuentes jurídicas.
Trapero, citado a declarar en sede judicial tras ser imputado por un nuevo delito de sedición, ha precisado durante las más de dos horas y media de interrogatorio que se reunió a petición propia en la sede del Govern catalán los días 26 y 28 de septiembre con Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Interior Joaquim Forn.
En esos encuentros expuso a Puigdemont que todo lo que se conoce como 'procés' soberanista debía quedar al margen de los Mossos y que ellos tenían la intención de cumplir con el mandato del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que ordenó el cierre de los colegios electorales para el día de la votación.
También ha relatado a la magistrada Lamela que igualmente mostró el malestar en el cuerpo policial por la imagen pública que se estaba trasladando de que iban a facilitar la celebración de la consulta ilegal y de que formaban parte de un plan cuyo fin último era la declaración unilateral de independencia de Catalunya.
ESCRITO EN DEFENSA DE LOS MOSSOS
Las mismas fuentes han explicado que Trapero ya advirtió de la existencia de las reuniones en un escrito remitido a la magistrada Lamela el 18 de diciembre.
En éste solicitó además que se llamara a declarar como testigos a todas las personas que participaron en las reuniones de septiembre y que son, por parte del gobierno catalán, Puigdemont, Junqueras y Forn y, por parte de los Mossos, su entonces número dos, Ferrán López, y los comisarios Joan Carles Molinero, Manel Castellví y Emili Quevedo.
La magistrada, previa oposición de la Fiscalía, rechazó esta petición ya en enero debido a que, en el caso de la cúpula del Govern cesado, se trata de tres personas investigadas en la causa que se sigue en el Tribunal Supremo contra el denominado 'procés'; de hecho Junqueras y Forn permanecen en prisión provisional por estos hechos. La Sala de lo Penal también rechazó esta diligencia.
Trapero, que mantiene su rango de Mayor aunque no esté al frente de los Mossos, ha concretado que intentaron acatar las órdenes del TSJC de mantener cerrados los colegios aunque no ha podido acreditar que se recogiesen listas de votantes de mesas electorales.
LLAMADAS TELEFÓNICAS CON SÁNCHEZ
Preguntado por las cerca de 50 llamadas telefónicas que cruzó con el exlíder de la ANC Jordi Sànchez el día 20 de septiembre con motivo de los registros en la Conselleria de Economía, Trapero ha respondido que se realizaron por indicación del entonces consejero de Interior.
Se trata de la tercera vez en la que el alto funcionario de la Generalitat acude a declarar en el marco de esta causa en la que se investiga, por un lado los altercados ocurridos esos días de septiembre con motivo de los registros ordenados por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona y, por otro, el dispositivo policial con motivo del referéndum del 1 de octubre.
En su auto de citación, la magistrada argumentó que le volvía a llamar a declarar por la imputación de un segundo delito de sedición al entender que existió un "plan premeditado" en los Mossos y una "total inactividad" para evitar la celebración de la consulta ilegal. Explicó en un auto que, "lejos de ello", la actuación de los Mossos fue dirigida a obstruir cualquier actuación que bloquease el plan estratégico hacia la independencia.
Tras Trapero, que no ha atendido a las preguntas de la prensa ni a su llegada ni a la salida de la sede judicial, ha declarado como testigo Ferran López, su sustituto al frente del cuerpo policial autonómico tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.