El diputado de la CUP Carles Riera ha anunciado que este jueves que dan por acabadas las alianzas construidas con el ciclo del proceso independentista y ha defendido construir ya la república catalana: "Damos por acabado el 'procés'. Pasamos honestamente a la oposición, a combatir al Estado y su dictadura, la autonomía y el autonomismo".
Durante el pleno de investidura de Jordi Turull (JxCat) para la Presidencia de la Generalitat, ha dicho que estuvieron de acuerdo con investir al diputado Carles Puigdemont (JxCat), porque fue el más apoyado para eso y porque suponía no acatar lo que decían los tribunales.
Sin embargo, Riera ha lamentado que desde entonces JxCat y ERC no les han trasladado ninguna propuesta que desarrolle la república.
Ha reconocido que el discurso de Turull --que no ha mencionado la independencia ni la república-- tiene sentido en la lógica de que el viernes debe comparecer ante el TS.
"Entendemos su estrategia antirrepresora, pero este es un discurso de investidura, y ha sido un discurso autonomista con propuestas neoliberales. No es un discurso de un candidato republicano, sino de un candidato neoliberal", ha dicho.
Ha recordado que en estos meses los independentistas han salido a la calle en jornadas como las del 1-O y las huelgas del 3 de octubre, han estado pendientes de que el Govern proclamara la república, han visto como retrocedió, cómo el Gobierno central aplicó el artículo 155, convocó elecciones, y, aun así, la mayoría parlamentaria independentista se revalidó.
Pese a ello, ha lamentado que JxCat y ERC han tenido "vacilaciones al ritmo que impone el pequeño Bonaparte del Estado" --en alusión al TS-- para aplicar la república a la que se comprometieron con la ciudadanía.
Ha argumentado que los programas de gobierno que han planteado estos meses a la CUP para investir a un candidato son autonomistas: "Nos proponen acatar al Estado, al TC, la legislación constitucional y estatutaria".
"Nos plantean que haciendo autonomía podremos llegar a la república y no podemos asumir ese programa. No podemos asumir el proyecto político que nos plantean", y ha subrayado que no pueden separar investidura de legislatura.
Sin embargo, ha emplazado a desobedecer a los tribunales permitiendo el voto delegado de Puigdemont (JxCat) y de Toni Comín (ERC), por lo que ha razonado que las cuatro abstenciones de la CUP a Turull impiden su investidura en el pleno de este jueves, pero no en segunda vuelta.
"No es un obstáculo definitivo. Reivindiquen el derecho a votar de Puigdemont y Comín, y en segunda vuelta, la investidura de Turull será posible", ha argumentado (en segunda vuelta, Turull no necesitaría mayoría absoluta sino que a ERC y JxCat le harían falta dos votos, no cuatro como en el pleno de este jueves, para el cual sí necesita mayoría absoluta de 68 votos).
Se ha referido a la oferta de última hora de JxCat y ERC de investir a Turull por la situación judicial, sustentada en la "represión y la demofobia" del Estado español.
"Pues bien, pongamos toda la carne en el asador. Que el Estado se quite la careta: invistamos a Carles Puigdemont, defendamos el derecho a votar de Puigdemont y Comín, y no acatemos lo que dice el Estado", ha concluido.
Ha afeado que se les pida unidad por la unidad en abstracto y la rechazan porque ya han hecho "suficientes hojas de ruta sobre el papel, confusas, con giros jurídicopolíticos como el 'de la ley a la ley".
Ha criticado sus prisas para investir ahora a Turull cuando los convergentes durante el Govern de Artur Mas enviaron a los tribunales a jóvenes que cercaron el Parlament en 2011 protestando contra los recortes que llevó a cabo el Govern.
También ha reprochado tanto a socialistas como convergentes por su gestión del autonomismo, por lo que han concluido: "Cuenten con nosotros para hacer república, pero en oposición si es para hacer autonomía".
Finalmente, ha vaticinado la derrota del Estado en su manera de actuar contra el movimiento independentista y ha añadido que "el Estado está intoxicado, podrido, apesta".