El diputado de En Marea y secretario de Organización de Podemos Galicia, Juan Merlo, renuncia a su acta parlamentaria después de que se desvelase que en su currículum figuraba que era ingeniero cuando únicamente tiene formación en esta materia.
Él mismo anunció en los pasillos en el Pazo do Hórreo que presentaba su dimisión al acta de diputado, así como también deja las responsabilidades en la formación liderada en Galicia por Carmen Santos, que precisamente este viernes está en una reunión con la Dirección de Podemos en Madrid.
Tras conocerse la información que publicó este viernes 'ABC' sobre su currículo --en la que figuraba «ingeniero» sin especificar por qué escuela tendría el título y se añadía que se había formado como ingeniero industrial-- Merlo compareció ante los medios de comunicación para reconocer el «error» que se mantuvo --dijo-- con su «connivencia», y admitir el «bochorno» por lo ocurrido.
En todo caso, poco antes de presentar su renuncia había dicho que no entendía que fuese motivo para renunciar al acta y lo diferenció del caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, como volvió a hacer cuando finalmente anunció que dejaba los cargos institucionales y del partido.
Así, Merlo volvió a salir públicamente para señalar que, «tras dar explicaciones y pedir disculpas previas» en su primera intervención en los pasillos parlamentarios, quería comunicar su dimisión sobre la base de «los principios promulgados» por su espacio político.
«NO VINE A LA POLÍTICA A VIVIR DE ELLA»
«Voy a presentar con carácter inmediato mi renuncia», anunció, al respecto de lo que ha trasladado que es «la forma ética de hacer las cosas, yo no vine a la política nunca para sedimentar en ella ni para vivir de ella, vine para cambiar las cuestiones», ha manifestado.
Juan Merlo ha reivindicado la asunción de responsabilidades, aunque ha matizado que no considera su situación «de una gravedad tan extrema como las que están afectando a instituciones públicas y universidades con títulos desglosados exactamente». En su caso, ha dicho, ha sido un currículo «inexacto» y «laxo», pero «la mejor defensa de los principios» que lo han llevado al Parlamento y que «rigen su vida» es ser «consecuente» y «presentar su dimisión».
«Es lo justo y los demás partidos políticos no tienen el grado y el talante de nuestro partido y para mí es un orgullo poder hacer defensa de lo que me trajo aquí», ha subrayado Merlo, quien ha asegurado que no cambió «absolutamente nada» entre la primera comparecencia y la segunda.
Así, ha justificado que entendía que primero tenía que presentar «sus disculpas» y después, dada la «repercusión que podía tener» su caso y por «coherencia», tenía que dar este paso. «Creo que hay otros compañeros que pueden desarrollar mi rol de la misma manera y tan bien como lo puedo hacer yo», ha expresado para, y a preguntas de los periodistas, incidir en que la decisión es «motu proprio», si bien ha reconocido que también ha hablado con su partido.
De hecho, ha asegurado que su partido le ha trasladado que lo podían tratar más «sosegadamente» y ha asegurado que ha tenido su apoyo. En todo caso, nada más conocerse la dimisión de Merlo, la número dos de Podemos, Irene Montero, salió públicamente a decir que era «evidente» que tenía que renunciar a su cargo y reivindicó que la formación morada era «ejemplar».
«La coherencia me obliga a dar este paso», ha aseverado Juan Merlo, quien además ha lamentado el «daño» que haya podido hacer a su organización política.
DISTINGUE SU CASO DEL DE PAULA QUINTEIRO
En este escenario, el dimisionario ha defendido a su compañera de filas y de grupo parlamentario Paula Quinteiro, quien en la madrugada del 18 de marzo se vio involucrada en un incidente con la Policía Local de Santiago durante un control nocturno a raíz de una denuncia por vandalismo.
Así, ha dicho que en su caso ha habido una «connivencia» con que su currículo se trasladase de una forma «inadecuada», mientras que el caso de la inscrita en la corriente Anticapitalista es «totalmente diferente» en el que a ella se le «están atribuyendo e imputando faltas y delitos diciendo que estaba en un grupo de personas que participaron en un acto vandálico, cuestión que no está demostrada».
«No hay ninguna sentencia condenatoria firme que obligue a abrirle ninguna cuestión a Paula Quinteiro y por lo tanto una decisión política respecto a ella no se puede tomar sin un proceso garantista que no se está dando», ha diferenciado.
Así, se ha vuelto a referir a su caso, que es «moral y ético» no un «delito», para insistir que él «no pagó nadie» ni hubo «ninguna institución pública a la que mancillar» para que cambiase notas o ponerle un máster, ni se atribuyó «un máster por la Universidad de Harvard aunque fuese de cuatro días, un máster exprés» en referencia a Pablo Casado (PP). «Pero igual que critico las cosas, tengo que ser coherente», ha sentenciado.