El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado cuatro décimas al alza su previsión de crecimiento para la economía española en 2018, que alcanzaría así una expansión del 2,8%, mientras que el próximo año el ritmo de crecimiento del PIB de España se moderaría al 2,2%, una décima por encima del pronóstico publicado el pasado mes de enero por la institución internacional, según recoge el informe 'Perspectiva Económica Mundial', presentado este martes en Washington.
Asimismo, España aparece como la gran economía de la UE con mejores proyecciones de crecimiento para este año y el siguiente, cuando superará la media del 2,4% y el 2% estimado para la eurozona respectivamente en 2018 y 2019, mientras que a nivel global solo sería superado por EEUU, cuya expansión alcanzará el 2,9% en 2018 y el 2,7% en 2019.
De este modo, el pronóstico de crecimiento del FMI para España, que en enero se vio empañado por las tensiones políticas en Cataluña y llevó a la institución al enfriamiento de sus expectativas económicas, supera ahora incluso en una décima la más reciente previsión del Gobierno, que confía en una expansión del PIB del 2,7%.
Esta mejor evolución de la economía española, permitirá una reducción más intensa del desempleo, que según el FMI bajará este año al 15,5% y hasta el 14,8% un año después, mejorando en ambos casos en una décima su anterior pronóstico.
En su análisis, el FMI subraya que la recuperación cíclica de las economías ofrece una oportunidad de orientar de manera más firme la política fiscal hacia objetivos a medio plazo, señalando que en los países con escaso margen fiscal la consolidación debería llevarse a cabo junto a un cambio en la composición presupuestaria hacia áreas que eleven el potencial de crecimiento.
En este sentido, el FMI advierte de que, en la eurozona, varios países han agotado su margen fiscal y deberían consolidar gradualmente de manera tan favorable al crecimiento como uniformemente como sea posible, señalando que «en Italia y España, las elevadas ratios de deuda soberana junto a desfavorables tendencias demográficas demandan una mejora en el saldo estructural primario para poner la deuda en una senda descendente».
Por otro lado, la institución internacional vuelve a insistir en su recomendación a España para que reduzca aún más la dualidad del mercado laboral y las diferencias en la protección de los trabajadores indefinidos y los temporales, así como orientar la formación y las políticas laborales activas al impulso de las perspectivas de empleo de los jóvenes y los parados de larga duración.