El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska se ha mostrado partidario de que España pueda establecer corredores sanitarios con otros países de la UE que tengan controlada la epidemia de coronavirus de una forma similar a la suya.
Ahora bien, se ha mostrado partidario de hacerlo bajo la coordinación del Centro de Coordinación y Seguimiento de la UE y de la Comisión Europea, que deberían establecer elementos que permitan valorar qué países se encuentran en una situación similar y pudieran entre ellos levantar las restricciones a sus viajeros de forma recíproca.
El ministro ha tomado nota de las quejas de trabajadores transfronterizos vascos por las largas colas que cada día tienen que hacer para cruzar o volver a Francia, si bien ha indicado que hasta este momento nadie le había elevado ninguna problemática al respecto. Los trabajadores transfronterizos, al igual que el transporte de mercancías, puede atravesar libremente la frontera pese al cierre decretado.
Grande-Marlaska ha explicado que las autoridades españolas han comenzado a tomar la temperatura a «todos los pasajeros» que llegan a España en avión o barco, una medida implantada «desde hace unos días». Este viernes, cuando han entrado en vigor sendas órdenes del Gobierno por las que se cierran las fronteras aéreas y marítimas -hasta la fecha sólo se habían clausurado las fronteras terrestres- y se impone una cuarentena de 14 días a toda persona que llegue a España.
En una entrevista en la Cadena Ser, el ministro ha precisado que estos pasajeros, al llegar, pasan un control por parte de personal de Sanidad Exterior a los efectos de conocer dónde se van a alojar para poder controlar que cumplen las condiciones de la cuarentena.
Según la orden, sólo se les permitirá abandonar el domicilio para comprar comida, productos farmacéuticos y de primera necesidad; acudir a centros sanitarios y otros desplazamientos por motivos de fuerza mayor o situación de necesidad. Eso sí, deberán usar mascarilla de forma obligatoria.
El ministro ha negado que la imposición de esta cuarentena haya generado malestar en Francia, que ha respondido con la misma medida dirigida a turistas españoles que entren en su territorio, y la ha enmarcado en la habitual reciprocidad que aplican los países en las relaciones diplomáticas. «Es un elemento esencial y razonable la reciprocidad», ha señalado Grande-Marlaska.
El Gobierno ha justificado la medida porque, a medida que ciertas áreas de España avanzan en la relajación de las restricciones del estado de alarma, pueden volver a ser atractivas para el viajero procedente de otros países del espacio Schengen, autorizado hasta este viernes a entrar por avión o barco sin los controles que hay en la frontera terrestre. El Ejecutivo juzgaba incoherente que, mientras los residentes en España tienen prohibido desplazarse a otra provincia, el viajero de terceros países pudiese entrar libremente por avión o barco.
El titular de Interior no ha dado por hecho que la cuarentena a los pasajeros se extienda durante todo el tiempo que dure la alarma, como hizo el jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en el Congreso, y ha indicado que será una de las cuestiones que habrá que estudiar cuando venza la actual prórroga del estado de alarma (vigente hasta las 00.00 horas del 24 de mayo) y se establezca la siguiente, que el Gobierno sopesa presentar para el periodo de un mes.