El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) subió en 5.107 desempleados en junio (+0,1%), su mayor repunte en un mes de junio desde 2008, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que ha destacado que estas cifras «profundizan en la tendencia de ralentización» del ritmo de crecimiento del desempleo que se inició en mayo.
El incremento de junio ha sido cinco veces menor que el registrado en mayo y muy inferior a los de abril y marzo, meses en los que la crisis sanitaria llevó a un repunte del desempleo de 282.891 y 302.265 parados, respectivamente.
El volumen total de parados alcanzó al finalizar junio la cifra de 3.862.883 desempleados, la más alta del registro desde mayo de 2016.
Trabajo ha explicado que en el aumento del desempleo registrado en junio ha repercutido, «de manera significativa», el grupo de demandantes sin empleo anterior. El 48% del total de estos demandantes, casi 15.000, se han registrado en la Comunidad Valenciana para optar a la oferta pública de empleo como «auxiliar planes de contingencia playas COVID19» que requería la inscripción en las oficinas del SEPE como requisito.
«Sin esta circunstancia excepcional, el paro registrado habría descendido en unas 9.000 personas», afirma el Ministerio. Aunque el ritmo mensual de ascenso del paro se ha ralentizado frente a los meses anteriores, el paro ha subido en junio por primera vez desde 2008. Sólo se han registrado ascensos en la serie histórica de junio: en 2008 (+15.058 desempleados) y ahora en 2020, cuando ha subido en 5.107 parados.
El dato de paro de junio, al igual que ocurrió en marzo, abril y mayo, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.
Trabajo ha informado además de que en mayo se alcanzó el nivel máximo de protección del SEPE, que dio cobertura a casi 6 millones de personas, con un total de 5.986.864 prestaciones gestionadas.
Este nivel de prestaciones es el resultado de sumar las prestaciones que cobraban las personas que ya estaban en desempleo antes de la crisis sanitaria, las que perdieron su empleo desde entonces y, sobre todo, a las personas que están en ERTE.
En el mes de mayo el SEPE pagó en prestaciones 5.526 millones de euros, de los que 3.318 millones se dedicaron a pagar prestaciones por ERTE y 2.208 millones a prestaciones por desempleo, tanto en el nivel contributivo como en el asistencial.