La inhabilitación este lunes de Quim Torra ha dejado a Catalunya sin un presidente de la Generalitat, con el Govern en funciones y sin una fecha para escoger a un nuevo presidente en un contexto de complejidad por la crisis del coronavirus.
El Tribunal Supremo ha confirmado este lunes la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que condenaba a Torra a un año y medio de inhabilitación por desobediencia al no haber retirado de la fachada de la Generalitat una pancarta con el lazo amarillo durante el periodo electoral.
La decisión del Supremo se ha hecho pública poco antes de las 13.00 y ha confirmado todos los pronósticos: que Torra se iba a convertir en el primer presidente condenado en el ejercicio del cargo desde la restauración de la democracia.
En las últimas semanas se han sucedido las reuniones entre los partidos independentistas para buscar una respuesta colegiada a la inhabilitación, pero ni ERC ni la CUP convencieron a la formación de Torra (JxCat) de que el presidente debía convocar elecciones.
Al no hacerlo, Catalunya pierde por segunda vez en tres años la potestad de que su presidente sea quien fije la fecha en que los catalanes deben acudir a las urnas, después de que los pasados comicios fueran convocados por el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en aplicación del artículo 155.
Ahora, los mecanismos de la Ley Electoral y del Parlament obligan a esperar al menos hasta el 7 de febrero para volver a elegir una nueva Cámara que elija a un nuevo presidente, y hasta entonces tampoco se podrán aprobar unos presupuestos.
El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC), hará las veces de presidente pero sin todas sus prerrogativas, y su primera función será la de convocar un Consell Executiu que firmará el decreto que le atribuye las funciones de presidente interino.
Con todo, la próxima aparición de Torra en las instituciones no se hará esperar ya que JxCat y ERC ya han pedido al Parlament convocar un pleno extraordinario para evaluar su inhabilitación y volverán a darle voz desde el atril de la Cámara.
La jornada de Torra
Torra ha comenzado el día siguiendo su agenda como un día cualquiera: ha presentando el 'Informe de la BioRegió de Catalunya 2020' y después ha acudido al Palau de la Generalitat para presidir junto a Aragonès y otros consellers el Comité que analiza la gestión del coronavirus.
"Todavía no está notificado", expresaban fuentes de Presidencia a Europa Press en la mañana de este lunes para asegurar que, a esa hora, el presidente mantenía su agenda.
Más tarde, desde un nuevo canal de Telegram que define a Torra '131è president de la Generalitat' y que sustituía al canal 'President.cat' --donde los periodistas reciben sus convocatorias--, se ha anunciado una reunión del Govern, tras la cual Torra iba a hacer a las 18 horas una declaración institucional.
Otro plebiscito
El último mensaje de Torra antes de salir de la Generalitat lo ha hecho desde la Galeria Gòtica del Palau, arropado por su gabinete y ha ido dirigido especialmente a la ciudadanía en cuyas manos ha puesto el éxito del proyecto independentista.
Su apuesta pasa por que las futuras elecciones sean un plebiscito y un nuevo mandato del 1-O, una estrategia plebiscitaria que emula a la que propuso el expresidente Artur Mas en las elecciones del 27 de septiembre de 2015, cuando el independentismo no obtuvo la mayoría en votos aunque sí en escaños.
Torra considera que esas elecciones deben ser un punto de inflexión: "No tenemos miedo de las urnas; al revés: queremos contarnos tantas veces como sea necesario. Queremos que la ciudadanía se exprese siempre, queremos la independencia, queremos ejercer la autodeterminación".
En el último mensaje a la ciudadanía, les ha insistido: "Empujad. Gracias por hacerlo. Continuemos adelante, siempre adelante, por Catalunya y por la vida".
El 131 presidente de la Generalitat, que inició la legislatura manifestado su compromiso con el derecho de autodeterminación de los catalanes, ha asumido que en su mandato no ha conseguido avanzar en ese objetivo como a él le habría gustado, pero ha defendido que se ha hecho "mucho trabajo", y se ha puesto a disposición del Govern.
La pancarta
Tras sus últimas palabras desde la sede el Govern, Torra ha bajado acompañado de los miembros del Ejecutivo y de su mujer, y a las puertas del Palau de la Generalitat ha desplegado la pancarta con el lema 'Llibertat presos polítics i exiliats': la que ha motivado su inhabilitación como presidente.
Después, ha salido protegido por vallas de seguridad y se ha mezclado entre la multitud; centenares de personas que le han jaleado a grito de 'Presidente', '1 de Octubre ni olvido ni perdón' y 'Urquinaona, lo volveremos a hacer'.
Siempre acompañado por su pareja, ha cruzado la plaza rodeado de sus guardaespaldas, saludando a la gente y dejando atrás el Palau de la Generalitat, que ha dirigido los últimos dos años.
Esos centenares de personas apostados a las puertas de la Generalitat, respondían a la convocatoria de de Òmnium y la ANC, que llamaba a concentrarse frente a los ayuntamientos de toda Catalunya, aunque los CDR también han convocado en diversos puntos y sus protestas se están prologando hasta este lunes por la noche.