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El Gobierno aprueba un Anteproyecto de Ley para luchar contra el fraude digital

El texto, impulsado por el Ministerio de Justicia, pretende «cumplir con los compromisos adquiridos con la Unión Europea»

El texto, impulsado por el Ministerio de Justicia, pretende «cumplir con los compromisos adquiridos con la Unión Europea».

| Madrid |

El Consejo de Ministros ha aprobado este lunes, a propuesta del Ministerio de Justicia el Anteproyecto de Ley por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para la trasposición de directivas en materia de lucha contra el fraude y la falsificación de medios de pago distintos del efectivo, así como el establecimiento de penas aplicable al abuso de mercado.

Según ha señalado el departamento dirigido por Pilar Llop en una nota informativa, el objeto de estas modificaciones es «cumplir con los compromisos normativos adquiridos con la Unión Europea» (UE), «adaptar la regulación a las nuevas formas de delincuencia» y «contribuir a la armonización de los ordenamientos jurídicos de los diferentes Estados de la UE».

El nuevo anteproyecto traspone al ordenamiento jurídico español tres directivas comunitarias. La primera versa sobre lucha contra el fraude y falsificación de medios de pago distintos del efectivo; la segunda tiene como objeto luchar contra la corrupción económica, especialmente contra las prácticas contrarias a la competencia; y la tercera aborda el intercambio de información de antecedentes penales de nacionales de terceros países.

PAGO MÓVIL Y MONEDAS VIRTUALES

Desde el Ministerio de Justicia han explicado que la primera directiva tiene como objetivo luchar contra la ciberdelincuencia, «especialmente la que se refiere al fraude digital», y sancionar el uso fraudulento de nuevos medios de pago; en concreto, aquellos que tienen carácter digital, «cuyo uso se ha ido generalizando con el desarrollo de las nuevas tecnologías».

Entre los nuevos medios de pago se incluyen el uso de las aplicaciones de pago a través del teléfono móvil o el uso de las monedas virtuales. Según ha precisado el Ministerio, «estos nuevos medios de pago ofrecen nuevas oportunidades para el fraude, lo que obliga a actualizar la regulación de algunos delitos, concretamente los que están relacionados con la estafa y las falsificaciones».

La trasposición de la Directiva (UE) 2019/713 conlleva reformar los artículos 248 y 399 bis del Código Penal para garantizar la seguridad de esta economía digital y el correcto uso de los medios de pago más actuales.

TRANSPARENCIA FINANCIERA

El anteproyecto impulsado por Justicia también contempla la trasposición de la Directiva 2014/57 (UE), que pretende luchar contra la corrupción económica y las prácticas contrarias a la competencia.

Entre otras conductas, se castigará el abuso de mercado que se produce mediante el uso de información privilegiada, lo que se conoce como «insider trading», una práctica que «atenta contra la transparencia y la seguridad de los mercados financieros».

En este caso, para cumplir plenamente con lo establecido en la Directiva, es necesario realizar una reforma del artículo 285 del Código Penal, con el objeto de equiparar las penas previstas de todos aquellos que hacen uso de la información privilegiada, con independencia de que ostenten un determinado cargo o ejerzan una determinada profesión.

ANTECEDENTES PENALES

Asimismo, se contempla una tercera trasposición, la Directiva (UE) 2019/884 respecto al intercambio de información de antecedentes penales de nacionales de terceros países. Esta implica una reforma de la ley que actualmente regula el intercambio de dichos datos en la UE, que afectan a la regulación del Sistema Europeo de Información de Antecedentes Penales (ECRIS).

Según ha señalado el Ministerio, con esta trasposición «se avanza en la interoperabilidad de bases de datos con otros países de la UE, particularmente en lo que se refiere a los registros de antecedentes penales». Ello con el objetivo de «promover y agilizar la cooperación jurídica entre los países en la lucha contra la delincuencia, al tiempo que se contribuye a la construcción de un espacio común de libertad, seguridad y justicia en el seno de la UE».

La Directiva facilita el intercambio entre las autoridades de los Estados de información extractada de los registros de antecedentes penales, como «una forma de luchar de manera efectiva contra la delincuencia organizada y el terrorismo».

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