El interior de todos los bares de copas, discotecas, salas de baile y locales de ocio nocturno de Asturias permanecerá cerrado durante un mes a partir del próximo martes, 28 de diciembre, día en el que empezará también a ser obligatorio la presentación del pasaporte covid para acceder a bares, restaurantes, gimnasios, locales de apuestas, eventos multitudinarios o residencias de ancianos. Así, el interior de todos los locales de restauración y hostelería -las terrazas quedan excluidas- deberán cerrar sus puertas antes de la una de la madrugada. También quedará prohibida la venta de alcohol en gasolineras y negocios minoristas entre las 22:00 y las 6:00 horas hasta el 28 de enero.
El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias ha impuesto este viernes estas nuevas restricciones ante el avance de la pandemia y el «crecimiento exponencial» que se está produciendo de la variante Ómicron. En una rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo extraordinario, el vicepresidente del Gobierno, Juan Cofiño, ha anunciado que estas medidas irán acompañadas por ayudas al sector para paliar los «posibles perjuicios» que puedan implicar.
El vicepresidente ha explicado que estas medidas son «menos restrictivas» que las tomadas hace un año porque ni la presión sanitaria ni la hospitalaria del inicio «son las de hoy». «Corresponde ahora adoptar medidas diferentes», ha señalado.
Asturias ha multiplicado por diez en el último mes la incidencia acumulada, que se encuentra ya en los 875 casos por cada cien mil habitantes, y el miércoles superó por primera vez el millar de casos confirmados de coronavirus.
El Ejecutivo asturiano ya ha adelantado que, desde el momento en el que se levante la prohibición se mantendrán ciertas restricciones, como la imposibilidad de consumir en la barra del interior de los bares o la obligatoriedad de guardar una distancia de seguridad de 1,5 metros entre clientes de diferentes grupos de convivencia.