El 31 de diciembre de 2019, en el año previo a la aparición de la COVID en España, en Balears había contabilizados 641 pacientes que llevaban más de seis meses esperando una operación. Tras dos años de pandemia y siete olas de transmisión impactando de forma intermitente en el sistema sanitario, esta lista se ha sextuplicado y con fecha de 18 de marzo de 2022 ha pasado a ser de 3.689 pacientes.
El dato se refiere a aquellos que llevan más de medio año en la lista de espera y, consecuentemente, esperan más del tiempo estipulado como recomendable, pues los pacientes que requieren de una intervención son muchos más.
En ellos se trabaja a diario desde el IB-Salut donde la labor de reestructuración para dar salida a los problemas de salud es ingente. «Siempre que se desocupan las zonas que se habilitaron para acoger el exceso de enfermos COVID se pone en marcha el plan hospitalario para aliviar las listas de espera», explica el subdirector de Atención Hospitalaria, Francesc Albertí, quien califica de «tsunami» cada ola de contagios.
Pese a estas cifras desbocadas, hay que reconocer que el trabajo hecho ya se nota, pues tras la sexta ola, que se dio por finalizada en febrero, eran 3.918 las personas que sufrían la demora de seis meses para una operación. Es decir, en apenas medio mes el sistema ha sido capaz de reducir un 6 % la lista.
A todo esto, «siempre hemos dejado muy claro que todo lo oncológico y urgente se ha operado», aclara el doctor Albertí que a su vez reconoce que «lo que no es urgente sigue siendo importante y nos preocupa».
Se cree que volver a la normalidad de las listas a partir de ahora, si no hay más olas de pacientes que repercutan en el sistema hospitalario podría llevar entre uno y dos años.
Actuaciones
El IB-Salut ha puesto en marcha un plan a diferentes niveles para dar salida a los pacientes.
Por un lado, «hemos pedido un plan de gestión a todos los hospitales para optimizar la actividad ordinaria, la que se hace en horario normal, con el objetivo de recuperar la actividad de prepandemia».
Además de esto, se prepara un plan de actividad extraordinaria que incluye peonadas, es decir, la prolongación de jornadas, «especialmente en los servicio que tienen más listas de espera como son: traumatología, oftalmología o cirugía general», explica el responsable.
Por otra parte, se irá haciendo un seguimiento mensual de ambas planificaciones para ir optimizando los resultados. «Hemos pedido que cuantifiquen qué hay que derivar los próximos meses o años».
Como se recordará, el Servei de Salut ha creado además una central de admisión que recibe todos los datos para organizar mejor las derivaciones que no sólo se harán para operaciones ambulatorios, «también será para procesos complejos, e incluirá en el centro derivado la visita, el proceso y el control posterior».
El dato
La gerencia del IB-Salut ha solicitado planes de actividad ordinaria y extraordinara a cada hospital; se quiere optimizar la jornada laboral al máximo y tirar de horas extra (las conocidas como peonadas) y además se hará un control mensual de los resultados. Volver a la normalidad podría tardar entre uno y dos años.
El apunte
Desde enero de 2020 hasta ahora, se han creado un total de 2.319 puestos de trabajo nuevos a jornada completa. Se definen de esta manera porque un mismo puesto puede ser ocupado por varios profesionales que tengan reducción de jornada.