Sara Sálamo, una de las destacadas figuras del cine español, ha vuelto a desafiar las convenciones en la gala de los Premios Goya de este año. La actriz, conocida por su activismo, ha continuado una tendencia que comenzó en la edición anterior, la número 37, donde optó por aparecer en la alfombra roja sin maquillaje, mostrando su belleza natural y reivindicando la autenticidad femenina.
En esta ocasión, en la 38ª edición de los premios, celebrada en la Feria de Valladolid, Sara Sálamo ha dado un paso más en su declaración de principios al dejar de lado los tradicionales tacones para lucir unas cómodas zapatillas Converse blancas bajo su elegante vestido. Esta decisión, aunque aparentemente sencilla, es una declaración de intenciones por parte de la actriz, quien parece decidida a desafiar las normas sociales establecidas en eventos de este tipo.
El vestuario de Sara Sálamo ha sido cuidadosamente seleccionado para la ocasión. Lució un llamativo vestido amarillo del diseñador Pedro Del Hierro, perteneciente a la colección 'Delirio Habanero'. El diseño, con escote palabra de honor y cuerpo acorsetado, destacaba por su gran falda con volumen y cola elaborada con tul tipo plumeti. Sin embargo, el elemento más sorprendente de su atuendo fue sin duda el calzado: unas Converse blancas de bota y plataforma, que contrastaban con la formalidad del conjunto y enfatizaban su mensaje de autenticidad y comodidad.
Para complementar su look, Sara Sálamo optó por joyas de Bvlgari y un peinado sencillo pero elegante: una melena larga y ultra lisa con la raya a un lado, obra de Maria Roberts. Además, su maquillaje, realizado por Pedro Cedeño, siguió la línea natural que había adoptado en la edición anterior de los premios, resaltando su belleza sin artificios. Con una manicura de color rojo cereza, la actriz completó su estilismo, consolidando su imagen como un referente de autenticidad y empoderamiento en la industria cinematográfica española.