La Audiencia de Barcelona juzga desde este jueves a un profesor y entrenador de fútbol de La Salle Bonanova de Barcelona, de donde fue apartado por esta causa, acusado de presuntamente agredir sexualmente durante tres años de un menor que era alumno y jugador de la escuela, además de hijo de su pareja.
El juicio ha empezado este jueves por la mañana con la declaración del denunciante, que se ha hecho a puerta cerrada para preservar su intimidad: el chico se ha ratificado en su denuncia y también ha testificado otro joven que denunció al mismo hombre por presuntamente agredirlo sexualmente cuando era menor, algo que se enjuicia en otra causa.
En su escrito de acusación, la Fiscalía reclama condenarlo a 10 años de prisión por agresiones continuas, que presuntamente cometió principalmente en los vestuarios del club deportivo.
La madre del denunciante ha explicado que su hijo y el entrenador se conocieron por el fútbol, y «con el paso del tiempo la relación fue en evolución y pasó a ser una relación de cariño y adoración».
La mujer ha concretado que a la vez que se estrechaba más la relación entre ellos dos, el niño empezó a decir que no quería pasar tiempo con su padre --del que ella está divorciada--, pero ella insistió en que tenía que ir.
Respecto a la relación del menor y el acusado, ha recordado que el entrenador propuso a la mujer llevarse al niño de viaje a Rumanía, y ella fue reticente pero finalmente accedió con la condición de ir también ella y su otra hija, más pequeña que la denunciante.
Relación con la madre
Tras ese viaje el hombre se declaró «por email» a la mujer, empezaron una relación y se fueron a vivir juntos, y ha dicho al tribunal que un día vio como el acusado pegaba al niño.
Al primer momento la mujer lo echó de casa pero dos horas después accedió a hablar con él, que se disculpó por la agresión y la atribuyó a una mala reacción por haber sufrido maltrato de pequeño: «Me dio pena por la vida que había tenido, le di una segunda oportunidad y le dejé volver a casa».
Preguntada qué situaciones levantaron sus sospechas, ha explicado que una vez pilló al hombre duchándose a la vez que el niño, y sólo recibió una «explicación surrealista que no entendía».
«Échalo de casa»
«La tercera vez más impactante que recuerdo, mi hija me avisó de que se habían peleado y cuando llego, con solo 12 años que tenía mi hijo, había movido él solo un armario» y lo había puesto delante de la puerta para evitar que el acusado pudiera entrar.
Ha recordado que al preguntarle por qué lo hizo, el niño decía «mamá, échalo de casa, este tío está loco», pero nunca le contó los abusos, y se ha lamentado por no haberse dado cuenta antes de lo que ocurría.
«El día que mi hijo me confesó lo que había pasado, entonces entendí muchas cosas. Para mí, eso fue la explicación a todo lo que no había entendido durante años, a la mirada de tristeza que había siempre en los ojos de mi hijo, la explicación a ese 'mama échalo de casa», ha recordado sobre el momento en que su hijo se decidió a denunciar, en octubre de 2020, siete años después de la última agresión.
Testigos
También ha declarado la hermana del denunciante, que ha relatado que la convivencia con el acusado suponían discusiones constantes que también presenciaron los tres hijos que más adelante tuvo su madre con el acusado.
La joven ha relatado que el acusado tenía reacciones violentas. especialmente contra el denunciante, y que una vez lo vio amenazar a su hermano con un cuchillo jamonero.
Entre los testigos también ha estado el tío del menor (hermano de su madre), que ha explicado que tuvo que «mediar» en varias ocasiones por conflictos entre la familia.
El actual director de La Salle Bonanova ha contado que el acusado ya trabajaba allí cuando llegó al cargo, y que cuando fue denunciado colaboró con los Mossos d'Esquadra que lo investigaban.
El juicio seguirá el lunes 11 de marzo con las pruebas periciales y el interrogatorio del acusado, que ha pedido declarar al final del juicio.