Aliados parlamentarios del Gobierno apuntan a la cuestión de confianza como la salida más recomendable al periodo de reflexión que ha abierto el presidente Pedro Sánchez para decidir si sigue o no al frente del Ejecutivo. Algunos, como ERC o Bildu, incluso ya sugieren su disposición a votar a favor.
Este mecanismo parlamentario está regulado en el artículo 112 de la Constitución, que establece que el presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso una cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general.
Según el Reglamento del Congreso, la cuestión de confianza tiene que presentarse mediante un escrito motivado ante la Mesa del Congreso y, una vez que se admita se deberá convocar al Pleno para su debate, que será similar al de una investidura. No se detallan plazos, pero se da a entender que todo puede hacerse en pocos días porque sí se especifica que la votación no podrá realizarse en las primeras 24 horas desde la presentación. La confianza se entenderá otorgada cuando obtenga el voto de la mayoría simple de los diputados, es decir más síes que noes.
Nada más conocerse la carta de Pedro Sánchez abriendo ese paréntesis de cinco días, el exsenador Pablo Gómez Perpinyà, diputado autonómico de Más Madrid, uno de los partidos de Sumar, apuntó la opción de que el jefe del Ejecutivo se someta a una cuestión de confianza para cerrar «la crisis de legitimidad» del Ejecutivo a cuenta de la Ley de Amnistía".
El líder de Junts, el expresidente catalán Carles Puigdemont, sugirió igualmente que Sánchez, si su carta no es un mero «movimiento táctico», «siempre puede presentar una cuestión de confianza y aclarar todas las dudas». Eso sí, no ha adelantado su voto, más allá de recalcar que su formación no va a ser «un flotador del PSOE».
La vía más sencilla
Y este martes ha sido el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien ha comentado que la solución «más sencilla» a la actual situación sería esa cuestión de confianza, y ha aconsejado no tardar mucho en tomar la decisión. «Cuanto antes lo hagamos todo, mejor», ha señalado.
A su juicio, la opción de disolver las Cortes y convocar elecciones es más complicada porque había que esperar al 30 de mayo, ya que la Constitución impide poner fin a la legislatura antes del primer año, y además celebrar la jornada electoral a finales de julio. «Ya vivimos hace un año las elecciones en esas condiciones y fue muy complicado para todos», ha reconocido.
Aragonès no lo ve pertinente
El presidente de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, Pere Generalitat, ha indicado que no ve «ningún sentido» a una cuestión de confianza cuando el problema de Pedro Sánchez no ha sido la perdida de apoyo de sus socios de investidura, sino un tema ajeno.
En todo caso, si llegara a presentarse, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha avanzado que su formación estaría dispuesta a apoyar a Sánchez. «Nunca vamos a dar alas a una causa fomentada por el fascismo», ha recalcado en declaraciones en el Congreso.
Por su parte, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha dado a entender que su formación votaría la continuidad de Pedro Sánchez, decida lo que decida, porque «no va a abrir el paso a la derecha». «Nosotros, no», ha enfatizado.
Igualmente, el diputado del BNG en el Congreso, Nestor Rego, no ha querido adelantar acontecimientos sobre posibles salidas, pero sí ha remarcado su apuesta por la continuidad del Gobierno de coalición como la «mejor» forma de combatir al PP.