Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 25 de septiembre a un hombre de 42 años por presuntamente simular la venta o alquiler de viviendas ocupadas en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y Barcelona y estafar más de 200.000 euros de forma continuada, ya que se tiene conocimiento de 20 denuncias.
El estafador aprovechaba su experiencia en el sector inmobiliario --dado que había sido gestor de la propiedad y vendedor de pisos--, y ofrecía pisos en régimen de alquiler o venta en un portal inmobiliario a un precio por debajo del mercado actual, ha informado el cuerpo en un comunicado este viernes.
Una vez que el estafador hacía una primera elección inicial, principalmente seleccionando a víctimas recién llegadas, informaba a los compradores que había muchos interesados en la compra de la vivienda y que el primero que formalizara el pago del contrato de arras o de alquiler, se lo quedaba.
El detenido ofrecía inmuebles que se encontraban ocupados ilegalmente y engañaba a los potenciales compradores sobre los ocupantes diciéndoles que eran inquilinos legales, que finalizaban contrato y que se marchaban pronto, o les decía que los ocupas ilegales habían pactado con la propiedad abandonar la propiedad y liberar en breve la vivienda.
Además, para poder simular la venta de la vivienda, el estafador presentaba documentación falsa que acreditaba su supuesta propiedad del piso o la persona designada formalmente para la venta y formalizaba contratos de arras con víctimas que, en muchos casos, adelantaban cantidades importantes de dinero.
DESAPARECÍA TRAS FIRMAR EL CONTRATO
Una vez firmado el contrato, en un despacho que tenía alquilado a tal efecto, desaparecía sin dejar rastro, dejando a las víctimas sin piso y sin dinero, cuyas estafas, una veintena entre finales de 2024 y 2025, sumaban más de 200.000 euros.
Los Mossos apuntan a que el hecho de que los inmuebles estuvieran ocupados por terceras personas, dificultaba la detección inmediata del fraude.
El detenido, que contaba con antecedentes por delitos similares, pasó a disposición judicial el domingo 28 de septiembre ante el juzgado de guardia de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), mientras la policía catalana sigue con la investigación abierta y no descartan más víctimas.